El Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina sufrió una caída del 3,4% durante los primeros seis meses del gobierno de Javier Milei, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El desplome se sintió con mayor fuerza en el primer trimestre de 2024, cuando el PBI cayó un 5,2%, mientras que en el segundo trimestre la contracción fue del 1,7%. Este panorama refleja un año económico complejo, a pesar de ciertas mejoras en sectores puntuales. Los sectores más afectados incluyen la construcción, que se redujo un 22,2%, la industria manufacturera con una baja del 17,4% y el comercio mayorista y minorista, que cayó un 15,7%. Estos sectores, clave para la economía, mostraron una desaceleración notable, afectando tanto el empleo como el consumo.
A pesar de este escenario, algunos rubros lograron un crecimiento que compensó parcialmente la caída. La agricultura, ganadería, caza y silvicultura experimentaron un aumento del 81,2% interanual, un repunte significativo en comparación con el año anterior marcado por la sequía. La pesca también tuvo un crecimiento del 41,3%, mientras que la minería creció un 6,6%, ayudando a amortiguar la caída global del PBI.

En cuanto a los componentes de la demanda, la formación bruta de capital fijo se desplomó un 29,4% interanual, lo que refleja una retracción en la inversión en el país. El consumo privado también mostró una baja significativa del 9,8%, mientras que el consumo público se redujo en un 6%. Este contexto de retracción económica ocurre en un marco de alta inflación, que continúa afectando el poder adquisitivo de la población. A pesar de ello, las exportaciones crecieron un 31,4%, impulsadas por el sector agrícola, aunque las importaciones cayeron un 22,5%, lo que evidencia una reducción en la actividad comercial.
Milei ha destacado que, a pesar de los datos negativos, se están viendo mejoras en algunos indicadores como la inflación, que ha comenzado a desacelerarse. Sin embargo, los desafíos económicos continúan siendo significativos, y las políticas de ajuste implementadas por su gobierno han generado tensiones en varios sectores productivos. El panorama para los próximos meses dependerá en gran medida de la evolución de las exportaciones y del impacto de las políticas económicas en sectores clave como la construcción y la industria, que siguen en rojo. Asimismo, la reacción de los mercados internacionales será clave para la recuperación. Por último, el gobierno espera que, con las nuevas medidas en marcha y la recuperación en sectores como el agro, la situación económica comience a estabilizarse en el mediano plazo, aunque las perspectivas para el crecimiento del PBI en 2024 siguen siendo inciertas.