Durante los entrenamientos del Gran Premio de Japón en Suzuka, el piloto australiano Jack Doohan sufrió un aparatoso accidente que generó preocupación en el mundo de la Fórmula 1. Doohan perdió el control de su Alpine en la curva uno del circuito, impactando fuertemente contra las barreras de protección. Afortunadamente, el piloto salió ileso del incidente, aunque fue trasladado al centro médico para una evaluación de rutina.
El accidente ocurrió cuando Doohan activó el DRS en una zona no autorizada, lo que provocó la pérdida de adherencia del monoplaza. Este error pone en evidencia la importancia de la concentración y el conocimiento detallado del circuito por parte de los pilotos, especialmente en trazados tan técnicos como el de Suzuka.
La sesión de entrenamientos estuvo marcada por múltiples interrupciones. Además del incidente de Doohan, se registraron incendios en la hierba adyacente a la pista, posiblemente causados por chispas desprendidas de los monoplazas y residuos químicos tras el reasfaltado del circuito. Estas situaciones obligaron a desplegar banderas rojas en varias ocasiones, interrumpiendo el desarrollo normal de las prácticas.
En términos de rendimiento, Oscar Piastri lideró los tiempos en su McLaren, seguido de cerca por su compañero Lando Norris. El actual campeón, Max Verstappen, se ubicó en la octava posición, mientras que Carlos Sainz cerró el top-10, mostrando señales de una mejora paulatina en Ferrari.
El director de Alpine, en declaraciones posteriores, admitió la influencia de Franco Colapinto en el accidente de Doohan, señalando que «hemos hecho mucho ruido». Estas palabras reflejan la preocupación del equipo por el rendimiento y la seguridad de sus pilotos.