Una gigantesca mancha solar, bautizada como AR3664, ha encendido las alarmas de los observatorios astronómicos. Con un diámetro de 200.000 km (10 veces el tamaño de la Tierra), podría liberar llamaradas de clase X, las más potentes, con riesgo de afectar satélites y redes eléctricas.
Según CuatroPoderes, la mancha es visible incluso con telescopios amateur y está en una posición crítica: si erupciona, enviará eyecciones de masa coronal (CME) directamente hacia nuestro planeta. La última vez que una región activa de este tamaño surgió fue en 2003, cuando causó apagones en Suecia y daños en GPS.
El NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.) elevó su alerta a nivel 3/5, advirtiendo posibles interrupciones en comunicaciones y auroras boreales visibles en latitudes inusuales. «Estamos monitoreando su evolución hora a hora», declaró un astrofísico del Space Weather Prediction Center.
Aunque la mayoría de las tormentas solares son inofensivas, una de magnitud extrema —como el Evento Carrington de 1859— podría causar billones en pérdidas. Por ahora, AR3664 ha emitido llamaradas moderadas (clase M), pero su crecimiento acelerado preocupa.
Según CuatroPoderes, agencias espaciales como la ESA y la NASA han activado protocolos de coordinación con empresas de telecomunicaciones. Mientras tanto, los astrónomos piden calma, pero no descartan sorpresas en los próximos días.