El Gobierno argentino ha implementado medidas para simplificar la importación de automóviles, buscando dinamizar el mercado y promover la adopción de vehículos más ecológicos. Entre las iniciativas recientes destaca la eliminación del Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), un trámite que anteriormente era necesario para ingresar vehículos al país. Esta resolución, publicada en el Boletín Oficial bajo el número 5651/2025, entró en vigor este martes, reduciendo la burocracia en los procesos de importación.
A pesar de la eliminación del SEDI, la Tasa de Estadística del 3% que se aplica a las importaciones de países extrazona permanece vigente. Esta tasa, establecida en la década de 1990, ha variado a lo largo de los años y actualmente representa un costo significativo para las empresas importadoras. Fuentes del sector automotriz señalan que, aunque la eliminación del SEDI es un avance en la simplificación de trámites, sería beneficioso reconsiderar la reducción o eliminación de la Tasa de Estadística para disminuir los costos impositivos asociados a la importación de vehículos.
En paralelo, el Gobierno ha anunciado la implementación de un cupo anual para la importación de 50.000 vehículos híbridos y eléctricos sin el arancel del 35% que tradicionalmente se aplica a las importaciones de países extrazona. Esta medida, que busca fomentar la adopción de tecnologías más limpias y sostenibles, estaba prevista para ser reglamentada esta semana; sin embargo, su publicación se ha postergado y se espera que entre en vigor en la primera semana de marzo. La distribución de este cupo se realizará entre los fabricantes agrupados en ADEFA y los importadores de CIDOA, con el objetivo de equilibrar la oferta y promover la competencia en el mercado.
Estas iniciativas se enmarcan en una serie de políticas gubernamentales orientadas a reducir la carga impositiva en el sector automotriz. Recientemente, se anunció la eliminación de impuestos internos para vehículos cuyo valor oscila entre 41 y 75 millones de pesos, y una reducción de la tasa para aquellos que superan los 75 millones, pasando del 35% al 18%. Estas medidas pretenden no solo incentivar la importación y venta de vehículos más económicos y ecológicos, sino también revitalizar un segmento del mercado que se había visto afectado por elevados costos impositivos.
No obstante, representantes de la industria automotriz local han manifestado su preocupación respecto a la competencia que estas políticas podrían generar para la producción nacional. Durante una conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA), se destacó la necesidad de establecer condiciones equitativas que permitan a los fabricantes locales competir en igualdad de condiciones con los importadores. Se enfatizó la importancia de revisar no solo los aranceles de importación, sino también otros impuestos y políticas cambiarias que afectan la competitividad de la industria nacional.