El Ministerio de Economía de Argentina publicará hoy los resultados fiscales correspondientes a febrero, y las estimaciones preliminares indican que el país registrará un nuevo superávit fiscal, a pesar de un incremento en el gasto público. Este resultado se atribuye principalmente a una mayor recaudación tributaria y a una gestión eficiente de las cuentas públicas.
Según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), el resultado primario de febrero fue superavitario en $0,96 billones, mientras que la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) lo estimó en $1,1 billones. Estas cifras reflejan una tendencia positiva en las finanzas públicas del país.
El incremento en la recaudación impositiva, impulsado por el crecimiento de los aportes a la seguridad social, ha sido un factor clave para alcanzar este superávit. Los ingresos totales mostraron una variación positiva en términos reales, con un aumento de entre 1,4% y 3% interanual, según informes de ASAP y la OPC.
Sin embargo, el gasto público también experimentó un aumento significativo. Las prestaciones sociales, como jubilaciones y asignaciones familiares, registraron una suba de entre 31,7% y 47,2% en términos reales interanuales, según datos de ASAP y la OPC. Este incremento se debe en parte a la actualización de haberes según la inflación y a medidas adoptadas para mejorar el poder adquisitivo de los beneficiarios.
A pesar de la suba del gasto, el Gobierno ha logrado mantener un equilibrio fiscal gracias a una política económica orientada al ajuste y a la eficiencia en la asignación de recursos. El presidente Javier Milei ha enfatizado la importancia de mantener el superávit fiscal como una prioridad innegociable, con el objetivo de reducir el tamaño del Estado al 25% del PBI para 2027.
Este contexto de superávit fiscal y control del gasto público ha contribuido a la estabilidad macroeconómica del país, generando confianza en los mercados financieros y mejorando las perspectivas económicas a mediano y largo plazo.