Un inesperado incidente aéreo ha captado la atención de la opinión pública tras la difusión de un vuelo atípico de un avión de Ethiopian Airlines sobre el espacio aéreo de Buenos Aires. La aeronave, que cubría la ruta Adís Abeba-San Pablo, habría sobrevolado la capital argentina a baja altura y con un patrón de vuelo inusual, generando inquietud entre controladores aéreos y especialistas en aviación civil. Si bien no se reportaron fallas técnicas ni emergencias, el evento ha motivado una investigación para determinar las causas de la desviación de la ruta planificada.
Los hechos, ocurridos el pasado domingo, se viralizaron a través de redes sociales, donde usuarios reportaron la extraña trayectoria del avión. Según el sitio de seguimiento de vuelos Flightradar24, la aeronave, un Boeing 787, sobrevoló la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, en un recorrido que se aparta notablemente de la ruta comercial habitual. Este tipo de movimientos son estrictamente controlados y cualquier desvío requiere de una justificación técnica o de seguridad que, en este caso, aún no se ha hecho pública.
Consultados por este medio, expertos en seguridad aérea señalaron que, si bien incidentes de esta naturaleza son infrecuentes, las autoridades de control de tránsito aéreo han de actuar con la máxima rigurosidad. El sobrevuelo a baja altura en un área densamente poblada podría haber implicado riesgos potenciales, y aunque no se haya declarado una emergencia, es fundamental que se esclarezcan las causas del desvío. . La Junta de Seguridad en el Transporte de la República Argentina (JST) confirmó haber sido notificada del incidente e inició una investigación formal.
Las especulaciones sobre las causas del sobrevuelo han circulado en distintos foros aeronáuticos. Algunos analistas sugieren que podría tratarse de una desorientación del piloto, aunque esto es poco probable dadas las avanzadas tecnologías de navegación de las aeronaves modernas. Otros apuntan a un posible error de comunicación con la torre de control o a una maniobra para evitar algún tipo de turbulencia no reportada. La aerolínea, por su parte, se limitó a señalar que se investiga internamente lo ocurrido.
El evento ha puesto de relieve la importancia del control de tránsito aéreo en los centros urbanos. A pesar de que los protocolos de seguridad son extremadamente estrictos, este tipo de incidentes recuerda la fragilidad del sistema y la necesidad de una coordinación impecable entre pilotos y controladores. La seguridad operacional es un pilar fundamental en la aviación civil, y cada evento, por menor que parezca, contribuye a mejorar los procedimientos de cara al futuro.
El informe final de la JST será crucial para determinar si hubo un error humano o técnico y para recomendar las medidas correctivas que sean necesarias. Más allá del susto que generó en algunos vecinos, el caso servirá para reforzar los protocolos de seguridad aérea y para garantizar que un incidente similar no vuelva a ocurrir, asegurando así la integridad de los vuelos y la tranquilidad de la población.