Rosario Central asestó un golpe de timón en la Liga Profesional al derrotar 2-1 a River Plate en el Gigante de Arroyito, un resultado que no solo reafirma la ambición del Canalla en el Torneo Clausura, sino que reconfigura drásticamente la Tabla Anual. Lo que comenzó como un partido equilibrado, con la apertura del marcador a favor del Millonario gracias a Miguel Borja a los diez minutos, se transformó en una demostración de resiliencia local y una batalla cuesta arriba para el equipo de Marcelo Gallardo, cuyo revés lo aleja momentáneamente del objetivo de la clasificación continental directa.
El encuentro, válido por la fecha 11 de la competición, se diseñó como un choque de alto voltaje por la paridad de puntos en la Zona B. Si bien River tomó la delantera, la respuesta de Central fue casi inmediata. A los 21 minutos, Franco Ibarra restableció el equilibrio, capitalizando el ímpetu ofensivo de los dirigidos por Ariel Holan. El intercambio de golpes inicial anticipó la tensión que se viviría en el resto del juego, pero el factor determinante se cocinaba silenciosamente en el sector izquierdo del ataque local.
El punto de inflexión llegó a los 39 minutos del primer tiempo, cuando Juan Portillo de River vio la tarjeta roja por doble amonestación tras una infracción sobre Ángel Di María. Esta expulsión no fue casual: la presencia de Di María se reveló como una amenaza constante y gravitacional para la defensa visitante, forzando errores y desajustes. Según analistas deportivos, el impacto de jugar con diez hombres desmanteló el esquema táctico de River, obligando a Gallardo a reorganizar líneas que, a la postre, no lograron sostener la presión local.
La superioridad numérica se hizo sentir en el complemento. A los 57 minutos, Ignacio Malcorra selló la remontada con un gol de notable factura, tras capturar un rebote y fusilar a Franco Armani desde fuera del área, un remate que se incrustó en el ángulo. A pesar del hombre de menos, River tuvo la oportunidad de igualar sobre el final, con un tiro de Bautista Dadín que se estrelló en el palo, demostrando que, incluso diezmado, el Millonario mantuvo la jerarquía individual, aunque no la inteligencia colectiva que lamentaría posteriormente su entrenador.
Las implicancias de este 2-1 son cruciales. Con el triunfo, Rosario Central iguala a River con 18 puntos en la Zona B, pero lo más significativo es que el Canalla escala a la cima de la valiosa Tabla Anual, una posición clave para asegurar un boleto a la Copa Libertadores 2026. Este liderato anual, según expertos del sector, inyecta una dosis de confianza inigualable en el plantel rosarino, mientras que para River, representa la presión de retomar la senda de la victoria y, como citó Gallardo, aprender a ser más «inteligentes» en la gestión de partidos críticos y de alta fricción.
De cara al futuro inmediato, la victoria de Central establece un precedente de solidez y capacidad para competir ante los grandes. El equipo de Holan visitará a Vélez Sarsfield, buscando consolidar su liderazgo. River, por su parte, recibirá a Sarmiento de Junín con la urgente necesidad de lavar la imagen y demostrar que este tropiezo en Rosario fue solo un accidente en la carrera por el título, en un tramo del torneo donde la capacidad de recuperación mental será tan importante como la estrategia en el campo.