Boca ya dejó atrás el importante triunfo sobre San Lorenzo de Almagro (3 a 2 con tantos de Milton Giménez, Marcelo Saracchi y Miguel Merentiel) en la Bombonera por la Liga Profesional de Fútbol de Argentina, para enfocarse de lleno en una de las semanas más trascendentales para cumplir los objetivos internacionales que se planteó para esta temporada: la obtención de la Copa Sudamericana y la clasificación al Mundial de Clubes.
Es que en los próximos días podría abrochar tanto su pasaje a los Cuartos de Final de la competencia organizada por Conmebol (si supera el escollo del choque con el Cruzeiro en el Estadio Mineirao de Bello Horizonte) como su plaza para el certamen que la FIFA ya está armando para mediados del 2025 en los Estados Unidos si se dan una serie de resultados a su favor en los Octavos de Final de la Copa Libertadores.
Lo que Boca necesita para continuar con su camino en la Copa Sudamericana está clarísimo. Como ganó 1 a 0 en el compromiso de ida en la Bombonera, cualquier marcador que denote un triunfo o un empate lo depositará en la siguiente instancia. Ahora si pierde, deberá ser por la mínima para por lo menos tener la chance de dirimir la clasificación en los penales.