Un episodio inesperado marcó la última sesión de la Cámara de Diputados: Cecilia Moreau, vicepresidenta primera del cuerpo, implementó una jugada inusual para garantizar el inicio del debate ante la ausencia del titular de la Cámara, Martín Menem. La maniobra no solo permitió sortear un bloqueo institucional, sino que derivó en un particular festejo que rápidamente se viralizó en redes sociales.
El episodio se produjo en medio de tensiones políticas por la agenda legislativa, donde la oposición buscaba avanzar en temas sensibles y el oficialismo procuraba evitar sorpresas. Según fuentes parlamentarias, la estrategia de Moreau consistió en utilizar una interpretación reglamentaria poco frecuente, que dejó a varios bloques sin margen de maniobra para frenar la sesión.
El contexto político explica parte del revuelo. Con la ausencia de Menem, algunos sectores especulaban con la imposibilidad de iniciar el debate y forzar un nuevo cuarto intermedio. Sin embargo, Moreau tomó la conducción y, con firmeza, dio por abierta la sesión, lo que habilitó la discusión de proyectos que el oficialismo pretendía dilatar.
El gesto de la diputada no pasó desapercibido. Legisladores opositores celebraron con aplausos y cánticos la maniobra, mientras que referentes cercanos al oficialismo calificaron el accionar como “irregular”. Analistas constitucionales advirtieron que, aunque la medida no viola expresamente el reglamento, constituye un precedente inédito en la práctica legislativa argentina.
El episodio reaviva el debate sobre las reglas de juego en el Congreso y la delgada línea entre la interpretación normativa y la discrecionalidad política. En un clima de polarización, cada movimiento adquiere una dimensión mayor y alimenta la confrontación entre oficialismo y oposición.
De cara al futuro, el desafío será si este antecedente se consolida como una práctica recurrente o queda como una anécdota de coyuntura. Lo cierto es que la jugada de Moreau no solo impactó en la dinámica parlamentaria del día, sino que dejó planteada una discusión sobre los límites del reglamento y la legitimidad de las decisiones legislativas.