En un movimiento clave para el desarrollo regional, la provincia del Chaco ha intensificado sus lazos de cooperación con la República del Paraguay. El encuentro, encabezado por el gobernador Leandro Zdero y el embajador paraguayo en Argentina, Carlos Alberto Gamarra, se centró en la reactivación de proyectos estratégicos de infraestructura y en la facilitación del comercio bilateral. Esta articulación diplomática y económica subraya la importancia de la integración regional como motor de crecimiento y abre nuevas oportunidades para ambos países en la Cuenca del Plata.
El diálogo, que se llevó a cabo en la Casa de Gobierno chaqueña, abordó varios puntos críticos para la conectividad y el intercambio comercial. Entre los proyectos más destacados, se discutió el estado de avance de la hidrovía Paraná-Paraguay, una arteria fluvial vital para el transporte de mercancías. La optimización de esta ruta es de suma importancia, ya que permitiría a las economías del noreste argentino y del Paraguay reducir costos logísticos y aumentar su competitividad en los mercados internacionales.
Asimismo, se puso sobre la mesa la posibilidad de agilizar los trámites aduaneros y simplificar los controles fronterizos. El objetivo es crear un «corredor seguro» que facilite el flujo de personas y bienes, lo que beneficiaría tanto al comercio exterior como al turismo. El embajador Gamarra, en sus declaraciones, destacó la «voluntad política» de ambos gobiernos para superar los obstáculos burocráticos y fortalecer una relación histórica basada en la cercanía geográfica y la complementariedad económica.
Según expertos en relaciones internacionales, la alianza entre el Chaco y Paraguay es fundamental para la integración de la región. La ubicación estratégica de la provincia, con su proximidad a las fronteras, la convierte en un actor clave para el desarrollo del Corredor Bioceánico y en una puerta de entrada para los productos paraguayos. Este tipo de proyectos, además, fomenta la creación de empleo en la zona y estimula la inversión en infraestructura.
El gobierno chaqueño, a través de sus Ministerios de Producción y de Economía, ha manifestado su interés en explorar nuevas áreas de cooperación, como el intercambio de tecnología agrícola, la promoción de la industria forestal y el desarrollo de energías renovables. La delegación paraguaya, por su parte, mostró su entusiasmo por estos proyectos, que consideran de mutuo beneficio y que reflejan un compromiso genuino con el desarrollo sostenible.
La reactivación de estos lazos diplomáticos y económicos no solo es una señal de buena voluntad, sino un plan de acción concreto que busca generar un impacto tangible en la calidad de vida de los ciudadanos. La cooperación entre Chaco y Paraguay, si se traduce en proyectos concretos y en una mejora efectiva del comercio, podría consolidar a la región como un polo de desarrollo en el corazón de Sudamérica y un modelo de integración subnacional a seguir en toda la región.