En la madrugada de este jueves, Matías Paredes, un joven de 26 años, fue asesinado en el barrio Bosque Grande de Mar del Plata por cinco policías de la Bonaerense que, vestidos de civil y a bordo de vehículos sin identificación, lo persiguieron y le dispararon. El hecho ocurrió alrededor de la 1:30, cuando Paredes, acompañado por dos amigos, circulaba en su Fiat Palio rojo tras asistir a la presentación del plantel del club Alvarado.
Según las imágenes de las cámaras de seguridad, el incidente comenzó cuando una Ford Ecosport gris oscuro se colocó detrás del Palio en la calle Polonia. Al llegar a la intersección con Fortunato de la Plaza, un Volkswagen Bora plateado les cortó el paso. Asustados, los jóvenes intentaron escapar, pero fueron interceptados por un patrullero en la calle Goñi. En ese momento, los policías abrieron fuego contra el vehículo.
El informe preliminar de la autopsia reveló que Paredes recibió dos disparos en el lado izquierdo del cuerpo, que le provocaron tres lesiones. Además, se encontraron al menos siete vainas servidas en la escena, lo que indica que dos de los policías habrían efectuado los disparos.
El fiscal Alejandro Pellegrinelli, a cargo de la investigación, confirmó que los cinco policías involucrados pertenecen a las comisarías 14, Destacamento Camet, 16 y 15 de Mar del Plata. Aunque fueron identificados, hasta el momento no se han ordenado detenciones. La causa está caratulada como «homicidio agravado».
Matías Paredes era trabajador de la construcción, vivía en el barrio Bosque Grande y era padre de una niña de tres años. Sus allegados aseguran que nunca había tenido problemas con la ley. «Era un pan de Dios, una locura lo que hicieron», expresó un amigo cercano.
Este trágico suceso se produce en un contexto de creciente preocupación por la violencia en Mar del Plata, donde se registraron ocho homicidios en lo que va del año. Ante esta situación, el Gobierno ha decidido enviar fuerzas federales a la ciudad y ha removido a la cúpula policial local.