La posibilidad de acceder a la vivienda propia en Argentina está experimentando un cambio significativo, con el gobierno impulsando activamente la reactivación del mercado hipotecario. En este contexto, Federico Sturzenegger, una figura clave en la administración económica, ha enfatizado que las actuales tasas de interés, cercanas al 4%, hacen que la compra de propiedades sea más conveniente que el alquiler, buscando revertir un largo período de estancamiento en el sector.
El objetivo central de la política económica en esta área es ambicioso: llevar el nivel de crédito hipotecario al 15% del Producto Bruto Interno (PBI), una cifra que representa una expansión sustancial respecto a los niveles históricos recientes. Esta meta se enmarca en una estrategia más amplia para abordar el déficit habitacional del país y fomentar una mayor inversión en activos tangibles, ofreciendo a las familias una vía viable para consolidar su patrimonio a largo plazo.
Sturzenegger ha subrayado la importancia de reorientar los hábitos de ahorro de los argentinos hacia el sistema financiero formal. Según su perspectiva, incrementar el atractivo de los depósitos a plazo fijo, ofreciendo tasas de interés más competitivas, podría desincentivar la tradicional preferencia por la compra de dólares o la inversión directa en bienes raíces como única forma de resguardar valor, fortaleciendo así la base de depósitos bancarios.
La estabilidad cambiaria ha sido un factor fundamental en esta ecuación. Desde el levantamiento parcial de las restricciones cambiarias, el dólar ha mostrado una relativa calma, lo que Sturzenegger atribuye a una dinámica de mercado más equilibrada. Él ha desestimado el impacto del gasto turístico en desequilibrios económicos, señalando al déficit fiscal como la verdadera raíz de las crisis pasadas, y afirmando que el mercado ahora define el valor de la divisa.
En un panorama macroeconómico más amplio, el funcionario ha señalado una recuperación del salario real y un crecimiento económico del 6% tras años de estancamiento. Este repunte, sumado a una percepción pública de que las mejoras económicas serán graduales, contribuye, según el gobierno, al apoyo a las medidas implementadas, incluyendo la eliminación de obras públicas nacionales, cuya responsabilidad ahora recae en las provincias.
La visión gubernamental apunta a un fortalecimiento progresivo del sistema financiero y una reconfiguración de la economía, donde el acceso al crédito hipotecario no solo alivie la demanda de vivienda, sino que también actúe como un motor de crecimiento y estabilidad. La expectativa es que, a medida que la economía continúe su senda de recuperación, más familias podrán acceder a la financiación necesaria para adquirir una propiedad, marcando el inicio de un nuevo ciclo en el mercado inmobiliario argentino.