Washington, D.C. / Bogotá, 27 de enero de 2025 – Tras intensas negociaciones, los gobiernos de Donald Trump y Gustavo Petro lograron un acuerdo en la noche del 26 de enero para evitar la imposición de aranceles y otras sanciones comerciales a Colombia. La Casa Blanca confirmó que, como parte del pacto, los migrantes colombianos en situación irregular en Estados Unidos serán deportados sin restricciones y recibidos por el Gobierno colombiano.
El acuerdo pone fin a semanas de tensiones entre ambos países, luego de que la administración Trump amenazara con imponer aranceles de hasta el 25 % a productos colombianos como el café, las flores y el banano, argumentando que Bogotá no estaba cooperando lo suficiente en el control de la migración. Colombia, por su parte, había advertido que tomaría represalias comerciales y diplomáticas si se concretaban estas medidas.
Según fuentes oficiales, el pacto incluye la implementación de un plan de repatriación expedita para colombianos en situación irregular en EE. UU., quienes serán devueltos en vuelos coordinados entre ambos gobiernos. La administración Petro se comprometió a recibir a estos ciudadanos y facilitar su reinserción social y económica, aunque aún no se han detallado programas específicos de apoyo.
El presidente Gustavo Petro, en una declaración emitida desde la Casa de Nariño, aseguró que su gobierno velará por los derechos de los repatriados y destacó que el acuerdo evita un impacto negativo en la economía colombiana. «Nos aseguramos de proteger los empleos y las exportaciones del país, mientras trabajamos en soluciones humanitarias para nuestros compatriotas», afirmó.
Desde el Congreso de EE. UU., legisladores demócratas han expresado su preocupación por el trato que recibirán los migrantes al llegar a Colombia, así como por el precedente que sienta este acuerdo en materia de derechos humanos. Sin embargo, la Casa Blanca defendió la medida como una «solución pragmática» para la crisis migratoria y el comercio bilateral.
Aún quedan interrogantes sobre cómo se ejecutará el plan en la práctica y qué impacto tendrá en las relaciones a largo plazo entre ambas naciones. Analistas prevén que este pacto podría influir en futuras negociaciones comerciales y migratorias entre EE. UU. y otros países de la región.