En un intento por contrarrestar la fuerte caída en las ventas y la creciente incertidumbre económica, diversas automotrices que operan en Argentina han reforzado sus planes de financiación a una tasa de interés del 0%. Esta estrategia, en la que las propias terminales asumen el costo financiero de los préstamos, emerge como la principal herramienta para estimular la demanda y mantener el flujo de patentamientos en un mercado que ha visto una contracción de hasta el 35% en el primer trimestre. La ofensiva de precios y las facilidades de pago se convierten en la nueva trinchera para atraer a los consumidores.
La financiación a tasa cero se ha consolidado como un salvavidas en un mercado que se ha vuelto extremadamente sensible al precio final y a las condiciones de pago. Con el aumento del tipo de cambio oficial, los costos de los vehículos han subido, generando un efecto desalentador en los compradores. Al absorber los intereses, las automotrices ofrecen una alternativa concreta que mitiga el impacto de la inflación y la devaluación en el poder de compra de los argentinos, haciendo más accesible la adquisición de un vehículo en un contexto de alta volatilidad.
La oferta es variada y se extiende a lo largo de un espectro importante de marcas. Renault, por ejemplo, ha lanzado los «Renault Days» con una financiación de hasta $15 millones en 12 cuotas fijas para modelos como el Kardian. El gigante Stellantis, que agrupa a Peugeot, Citroën, Fiat, DS, Jeep y RAM, presenta una gama aún más amplia, con planes que alcanzan los $22 millones a 12 meses sin interés para modelos premium de DS, y hasta $20 millones para la Fiat Titano.
Otras marcas líderes también se han sumado a la iniciativa con montos significativos. Chevrolet ofrece financiación de hasta $25 millones para la Trailblazer, mientras que Nissan ha puesto a disposición planes de hasta $24 millones para su pick-up Frontier. Volkswagen y Ford, por su parte, concentran sus esfuerzos en modelos de alta rotación como el VW Polo, la Amarok y la Ford Ranger, con financiamientos que oscilan entre los $13.5 y $25 millones.
A pesar del consenso en la industria, existe una notable excepción que refuerza su estrategia comercial tradicional. Toyota, uno de los actores más importantes del mercado, ha decidido no adherirse a esta política. Su presidente ha manifestado públicamente que los planes de financiación a tasa cero no forman parte de la visión de la marca, apostando por mantener su política de precios y una estructura de ventas diferente a la de sus competidores.
En un panorama de incertidumbre económica, estos planes de financiación con tasa cero se vislumbran como un factor clave para definir la competencia en el segundo semestre. La capacidad de las marcas para sostener estas ofertas y la respuesta del público frente a la posibilidad de congelar el costo financiero de su vehículo determinarán si esta estrategia es suficiente para revertir la tendencia negativa del mercado automotor y reimpulsar un sector vital de la economía argentina.