El Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmó la llegada del primer lote de billetes de $20.000, que entrarán en circulación a partir de la tercera semana de octubre. Esta nueva denominación será la más alta del país, y el primer envío incluirá 20 millones de unidades, con un total de 230 millones provenientes de China que llegarán en las próximas semanas.
La decisión de emitir billetes en el extranjero fue tomada por el directorio del BCRA en enero de este año, luego de evaluar la creciente demanda de efectivo. La Casa de Moneda local no pudo satisfacer la necesidad de producción debido a la alta inflación y el aumento en la circulación de billetes de mayor denominación. Este nuevo billete se convertirá en una herramienta clave para la economía, en medio de un contexto de inflación y creciente uso de efectivo en transacciones cotidianas.
El plan de importación de billetes se desarrollará en etapas: en la primera, que concluirá en octubre, se recibirán los primeros 20 millones de unidades. Posteriormente, en noviembre, arribarán 130 millones adicionales, y para diciembre, se completará el primer lote con 80 millones más. Esta logística escalonada busca evitar una saturación en el sistema de distribución de efectivo y asegurar que el nuevo billete fluya gradualmente en la economía.
Este es solo el comienzo del plan de importación de moneda. A mediados de 2025, se espera la llegada de 540 millones de billetes adicionales, provenientes de Malta, que serán parte de una estrategia más amplia para optimizar la oferta monetaria en el país. Esta medida apunta a mantener la liquidez necesaria en medio de un contexto inflacionario que ha acelerado el uso de billetes de alta denominación.

El billete de $20.000 se convertirá en una herramienta crucial en una economía que cada vez requiere mayor cantidad de efectivo para operaciones diarias. En comparación, el billete de $1.000, actualmente el de mayor circulación, ha perdido considerable valor adquisitivo en los últimos años debido a la acelerada inflación, por lo que el nuevo billete pretende aliviar algunas de las tensiones logísticas y de transporte de grandes volúmenes de efectivo.
Además de mejorar la logística del efectivo, el BCRA está trabajando en otros mecanismos para hacer frente a la inflación, como la implementación de billetes de polímero para incrementar la durabilidad de la moneda y reducir los costos de producción a largo plazo. Sin embargo, la producción de papel moneda en el exterior sigue siendo una estrategia clave en lo inmediato, ante la insuficiente capacidad local.
La medida ha generado críticas y respaldo en partes iguales. Algunos economistas advierten que la emisión de billetes de mayor denominación puede reflejar una normalización de la inflación, mientras que otros ven la iniciativa como una necesidad pragmática para mejorar la eficiencia de las transacciones en efectivo, especialmente en un país donde la bancarización aún no está completamente extendida.
El nuevo billete de $20.000 no solo será un reflejo de la situación económica actual, sino también un indicador de cómo el país se adapta a las circunstancias inflacionarias. El BCRA ha asegurado que la emisión no afectará las políticas monetarias en curso, sino que forma parte de una estrategia más amplia para estabilizar la economía y mantener la oferta de efectivo en los niveles necesarios para el crecimiento económico.