El próximo 26 de abril, la provincia de Misiones será escenario de una boda que trasciende lo personal y se adentra en el ámbito político. Pedro Puerta, diputado provincial y presidente del partido opositor Activar, contraerá matrimonio con Karen Fiege, también diputada provincial pero perteneciente al oficialista Frente Renovador de la Concordia Social. Esta unión no solo une a dos personas, sino que también simboliza la convergencia de dos corrientes políticas históricamente enfrentadas en la región.
Pedro Puerta, de 36 años, es hijo de Ramón Puerta, quien fuera presidente de la Nación por dos días durante la crisis de diciembre de 2001, además de exgobernador de Misiones y embajador en España. Por su parte, Karen Fiege, de 32 años, es considerada una «ahijada» política de Carlos Eduardo Rovira, líder del Frente Renovador y exgobernador provincial. La relación entre ambas familias ha estado marcada por tensiones políticas desde 2003, lo que añade un matiz particular a esta unión.
La ceremonia se llevará a cabo en un exclusivo hotel de Puerto Iguazú y contará con la presencia de aproximadamente 300 invitados. Entre ellos, destacan figuras de renombre en la política nacional, como los expresidentes Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Duhalde y Mauricio Macri, este último padrino de Pedro Puerta y amigo cercano de la familia. La boda incluirá una ceremonia interreligiosa, combinando ritos católicos e islámicos, reflejando las creencias de ambos contrayentes.
Sin embargo, este enlace ha generado un sismo político en la provincia. Según fuentes cercanas, uno de los cónyuges ha decidido renunciar a su banca en la Legislatura para evitar posibles conflictos de interés y mantener la integridad institucional. Aunque no se ha confirmado oficialmente cuál de los dos legisladores tomó esta decisión, se especula que la renuncia busca prevenir cuestionamientos sobre la imparcialidad en sus funciones legislativas.
Esta situación plantea interrogantes sobre el impacto que tendrá en la dinámica política de Misiones. La renuncia de uno de los diputados podría alterar el equilibrio de fuerzas en la Legislatura provincial, especialmente considerando la proximidad de las elecciones para diputados provinciales y concejales previstas para mediados de año. Además, la relación entre las familias Puerta y Rovira, históricamente antagónica, añade una capa adicional de complejidad al panorama político local.
En medio de este contexto, la boda de Pedro Puerta y Karen Fiege se convierte en un evento que trasciende lo personal, simbolizando una posible reconciliación entre sectores políticos opuestos. Sin embargo, también pone de relieve las tensiones inherentes a la política misionera y las decisiones personales que pueden influir en el devenir institucional de la provincia.