El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció que el gobierno actual enfrenta dificultades para reunir el apoyo necesario en el Congreso para la eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) antes de los próximos comicios legislativos. Durante una conferencia de prensa realizada en Casa Rosada, Francos explicó que, si bien existe la intención oficial de suprimir las PASO, esta propuesta no cuenta con el respaldo suficiente en ambas cámaras del Congreso, lo que obstaculiza su avance.
Francos destacó que el Poder Ejecutivo considera que las PASO, creadas en 2009, ya no cumplen con el rol para el que fueron diseñadas, y que su eliminación podría evitar costos logísticos y económicos en el proceso electoral. Sin embargo, admitió que «no hay voluntad mayoritaria en el Parlamento» para acompañar el proyecto. Con esta declaración, el funcionario expuso públicamente una de las dificultades políticas clave del oficialismo en la etapa previa a las elecciones de medio término.
Además, el jefe de Gabinete explicó que esta iniciativa se enmarca en un contexto de racionalización de gastos, en el cual el Gobierno busca reducir el presupuesto destinado a los procesos electorales. La celebración de las PASO representa una inversión considerable en infraestructura, logística y despliegue de fuerzas de seguridad en todo el territorio nacional. Según datos oficiales, las PASO de 2021 demandaron más de 18 mil millones de pesos, una cifra que el gobierno sostiene sería más útil en áreas como la educación o la salud.
Pese a los argumentos a favor de la eliminación, desde la oposición ya se han manifestado en contra, alegando que las PASO garantizan la democracia interna en los partidos y facilitan la participación ciudadana. Legisladores de bloques opositores subrayan que las primarias brindan a los votantes la oportunidad de expresar su apoyo a un precandidato sin tener que afiliarse a un partido, fomentando la transparencia y la competitividad dentro de cada espacio político.
Frente a esta postura, Francos advirtió que el gobierno no descarta continuar negociando para intentar obtener el apoyo necesario, aunque reconoció que la posibilidad de avanzar con la iniciativa depende de «factores que están fuera de las manos del Poder Ejecutivo». Fuentes cercanas al oficialismo confirmaron que se están manteniendo conversaciones informales con algunos legisladores independientes y de partidos minoritarios para sondear posibles consensos.
El debate sobre las PASO llega en un contexto de incertidumbre económica y tensiones políticas que han reconfigurado el mapa del Congreso tras las últimas elecciones. Desde el inicio de su mandato, el Gobierno ha enfrentado dificultades para construir una mayoría estable, lo que ha ralentizado el tratamiento de varias leyes claves. La eliminación de las PASO se suma así a una lista de reformas que el oficialismo planeaba impulsar, pero que se han visto postergadas por la falta de consenso parlamentario.
La perspectiva de una eventual eliminación de las PASO también ha generado debate en sectores académicos y de la sociedad civil, quienes ven en esta propuesta una posible afectación de la participación ciudadana en la vida democrática. Analistas consultados opinan que la eliminación podría representar una limitación para que los electores participen en la selección de candidatos, lo cual es visto como un retroceso en términos de apertura democrática.
Hasta el momento, el gobierno no ha establecido un cronograma claro para volver a debatir la cuestión en el Congreso, y se espera que la medida sea nuevamente discutida en el período de sesiones extraordinarias. Sin embargo, la falta de acuerdo entre las principales fuerzas políticas sugiere que la eliminación de las PASO, al menos por ahora, parece poco probable antes de los próximos comicios.