El Ministerio de Desarrollo Social anunció la implementación de una auditoría masiva sobre los comedores comunitarios que, hasta el momento, habían sido gestionados por organizaciones piqueteras. La decisión surge tras la detección de irregularidades en el manejo y distribución de los alimentos que el Gobierno suministraba para asistir a familias vulnerables. Según los primeros datos oficiales, sólo el 7% de estos comedores presentaron rendiciones de cuentas, mientras que una alarmante cantidad de ellos no estaba operativa a pesar de estar registrados como tales.
De los 3.385 comedores que figuraban en las listas oficiales, el 47,5% nunca llegaron a funcionar. Esta situación ha generado una profunda preocupación en las autoridades, quienes sostienen que podrían haber existido desvíos sistemáticos de los alimentos destinados a las familias más necesitadas. Asimismo, se detectó que había más de 40.000 personas “pre inscriptas” en estos programas, lo que plantea dudas sobre la veracidad de los registros y el destino final de los recursos alimentarios.

La auditoría será llevada a cabo por un equipo del Ministerio de Capital Humano y buscará determinar la magnitud exacta del problema. Entre los principales puntos que se investigarán, figura la identificación de los comedores que efectivamente prestaban el servicio, aquellos que nunca lo hicieron y los que lo hacían de manera irregular. “Es inaceptable que los recursos del Estado no lleguen a quienes más lo necesitan. Vamos a llegar hasta el fondo de este tema”, señaló una fuente cercana al ministerio.
Además de la falta de control sobre la existencia y funcionamiento de los comedores, otra irregularidad detectada fue la ausencia de mecanismos eficientes para garantizar la transparencia en la entrega de alimentos. La gran mayoría de los responsables de estos centros no presentaba informes detallados sobre el uso de los recursos que recibían, lo que generó un “hueco de responsabilidad” en la gestión. En ese sentido, las autoridades evalúan implementar un sistema de control más riguroso y digitalizado que permita el seguimiento en tiempo real de los insumos distribuidos.
Los comedores comunitarios habían sido gestionados, en su mayoría, por organizaciones piqueteras que recibían los alimentos directamente del Ministerio de Desarrollo Social. Sin embargo, la falta de controles efectivos y las denuncias de desvío de alimentos provocaron que el Gobierno decidiera tomar cartas en el asunto. Diversos sectores sociales han criticado este desvío, ya que afecta a quienes más dependen de este tipo de asistencia en un contexto de crisis económica y aumento de la pobreza.
El análisis también reveló que muchas organizaciones piqueteras utilizaban los recursos alimentarios para fortalecer su influencia política en los barrios populares, una práctica que ha sido denunciada por dirigentes de distintos partidos. Estos señalamientos apuntan a que, en lugar de distribuir los alimentos equitativamente, algunas organizaciones habrían priorizado a sectores afines o exigido contraprestaciones políticas a los beneficiarios.
En respuesta, el Gobierno se ha comprometido a recuperar la confianza de la sociedad en los programas de asistencia alimentaria mediante un plan de reestructuración integral. Este incluirá, además de las auditorías, la posibilidad de modificar el sistema de entrega de alimentos, priorizando la gestión directa por parte del Estado y limitando la intermediación de organizaciones sociales. “El objetivo es garantizar que la ayuda llegue de manera justa y equitativa a todas las familias que la necesitan”, sostienen desde el ministerio.
La investigación sigue en curso y no se descarta que, de comprobarse delitos en el manejo de los recursos, se proceda a denunciar penalmente a los responsables de estos desvíos. Las organizaciones piqueteras, por su parte, han negado cualquier irregularidad y acusan al Gobierno de perseguirlas políticamente. Sin embargo, el Ejecutivo parece decidido a avanzar con la auditoría para evitar nuevos casos de corrupción y mejorar la eficacia de la asistencia alimentaria.