El papa Francisco, de 88 años, será dado de alta del hospital Gemelli de Roma este domingo, después de 37 días de hospitalización debido a una neumonía bilateral. El pontífice fue ingresado el 14 de febrero tras presentar problemas respiratorios que se complicaron en una neumonía en ambos pulmones.
Durante su estancia en el hospital, el papa experimentó diversas crisis respiratorias que requirieron ventilación mecánica y oxigenoterapia. A pesar de la gravedad inicial, su estado de salud ha mejorado progresivamente, permitiéndole reducir el uso de oxígeno de alto flujo. Los médicos han confirmado que Francisco se encuentra en condiciones clínicas estables, aunque necesitará al menos dos meses de reposo y rehabilitación para recuperar plenamente la capacidad de hablar.
Este domingo, está previsto que el papa Francisco salude e imparta su bendición desde una ventana del hospital Gemelli, en lo que será su primera aparición pública desde su hospitalización. La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que, al finalizar la oración del Ángelus, que se publicará de forma escrita, el pontífice tiene la intención de dirigirse a los fieles desde el hospital.
Durante su convalecencia, Francisco ha mantenido comunicación con los fieles a través de mensajes escritos y de audio. El pasado 6 de marzo, envió un mensaje de audio en español, con una voz fatigada, durante el Rosario por su restablecimiento que se reza cada noche en la plaza de San Pedro. Además, el Vaticano publicó recientemente una fotografía del papa rezando en la capilla privada del hospital, mostrando su compromiso espiritual a pesar de las dificultades físicas.
El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, amigo cercano del papa, ha confirmado que Francisco no tiene intención de renunciar a su cargo. Aunque el pontífice se cansa al hablar debido a la necesidad de rehabilitación tras el uso prolongado de oxigenación de alto flujo, su estado general de salud es positivo. Se espera que, tras su recuperación completa, el papa inicie una nueva etapa llena de sorpresas para la Iglesia y el mundo.
La comunidad católica y líderes mundiales han expresado su alegría por la recuperación del papa Francisco. Se espera que, una vez completada su rehabilitación, el pontífice retome sus actividades habituales y continúe con su labor pastoral al frente de la Iglesia católica.