La temporada Primavera-Verano 2026 de las Semanas de la Moda de París, Milán y Nueva York ha marcado un punto de inflexión para el talento argentino, con una presencia sin precedentes que ha trascendido las pasarelas para ocupar el centro de atención en los eventos más exclusivos. Celebridades, modelos y diseñadores locales han consolidado su influencia en el circuito internacional, demostrando la vigencia y el impacto del estilo argentino en la industria global. Este fenómeno no solo subraya el crecimiento del star power nacional, sino también la conexión cada vez más estrecha entre la moda de alta costura y la cultura popular.
En la capital francesa, la Paris Fashion Week contó con la presencia estelar de Emilia Mernes, quien asistió a desfiles clave, incluido el de Stella McCartney, acompañada por su pareja Duki. La cantante fue una de las figuras más fotografiadas, destacándose por su estilismo contemporáneo en tonos sobrios, y aprovechó el itinerario para interactuar con personalidades globales de la talla de Mia Khalifa, Anitta e Ice Spice. Este despliegue no solo generó contenido viral, sino que también posicionó a la dupla musical como un referente de estilo a escala mundial.
Milán se convirtió en el escenario de una emotiva celebración de la moda italiana y un debut familiar trascendental. Valeria Mazza regresó al circuito para presenciar el homenaje de la firma Armani, en el marco de los festejos por su medio siglo de historia. El evento cobró una dimensión aún más personal con el estreno internacional de su hijo, Benicio Gravier, como modelo. El joven se sumó a la pasarela de la prestigiosa marca, proyectando la tradición familiar en la alta costura italiana y simbolizando el relevo generacional en la escena global.
Otro punto álgido en la Milan Fashion Week fue el protagonismo de la actriz Valentina Zenere. La argentina acaparó los flashes al ocupar un asiento privilegiado en la primera fila (front row) del desfile de Dolce & Gabbana. Su presencia se magnificó al compartir ubicación con figuras legendarias como Meryl Streep y Stanley Tucci, lo que avivó rumores sobre una posible secuela de la icónica película El diablo viste a la moda. La cercanía con la actriz ganadora del Óscar le otorgó una inmensa viralidad en redes sociales, consolidándola como una it girl de la moda.
Por su parte, el diseño de autor argentino reafirmó su solidez en el calendario norteamericano. Benito Fernández regresó a la New York Fashion Week con la colección «LATIR», inspirada en la fuerza y resiliencia de la figura de Frida Kahlo. El diseñador, un veterano del circuito neoyorquino desde 2009, demostró la capacidad de la moda nacional para exportar conceptos y calidad, sumando a su equipo a la modelo Malena Terra y participando en conferencias junto a otras figuras como Ágatha Ruiz de la Prada.
Finalmente, la Paris Fashion Week cerró con la participación de la ex primera dama Juliana Awada y su hija Valentina Barbier, invitadas al desfile de Dior. Su asistencia al evento de alta costura, reforzada por una invitación personalizada de la maison francesa, subrayó la vigencia y el reconocimiento internacional del estilo personal argentino dentro de la élite global del lifestyle. La presencia masiva y diversificada de estas figuras en las grandes capitales de la moda confirma que el talento argentino no solo es aceptado, sino que se ha convertido en un eje de atracción dentro de la industria de la indumentaria y el entretenimiento.