El reciente anuncio del gobierno argentino sobre el fin del cepo cambiario y el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha generado un amplio respaldo por parte del sector empresarial. Diversas entidades, como la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), expresaron su apoyo a las medidas, considerándolas pasos fundamentales hacia la normalización económica.
El acuerdo con el FMI contempla la extensión de los vencimientos de deuda y la inyección de fondos frescos para fortalecer las reservas del Banco Central. Además, se implementará un nuevo régimen cambiario con una banda entre $1.000 y $1.400, lo que busca brindar mayor previsibilidad al mercado y fomentar la inversión.
Empresarios del sector financiero destacaron la oportunidad y conveniencia de las medidas, señalando que la situación previa, con reservas negativas y una creciente demanda de divisas, era insostenible. Consideran que el nuevo esquema podría estabilizar la economía y generar condiciones propicias para el crecimiento.
No obstante, también se advierten desafíos. La Unión Industrial Argentina (UIA) aún no ha emitido un comunicado oficial, pero fuentes internas expresaron preocupaciones sobre la estabilidad del tipo de cambio y la necesidad de políticas que impulsen la producción y el empleo. El gobierno apuesta a un fuerte ingreso de dólares para presionar el tipo de cambio hacia abajo, aunque algunos sectores temen una posible volatilidad en los primeros días de implementación.
En este contexto, los empresarios hacen un llamado al gobierno para avanzar en reformas estructurales que consoliden la estabilidad económica. Se enfatiza la importancia de políticas que promuevan la competitividad, la transparencia y la seguridad jurídica, elementos clave para atraer inversiones y fomentar el desarrollo sostenible.
La comunidad empresarial se muestra optimista, pero cautelosa. Reconocen que las medidas adoptadas son un paso en la dirección correcta, pero subrayan la necesidad de un compromiso continuo por parte del gobierno para implementar reformas que aseguren una recuperación económica duradera y equitativa.