El caso de Julio “Chocolate” Rigau continúa revelando irregularidades en la Legislatura bonaerense. Recientemente, se descubrió que María Eugenia Rodríguez, contratada entre mayo y octubre de 2023, residía en España durante su supuesto empleo. Este hallazgo se suma a una serie de anomalías detectadas por la fiscal Betina Lacki en un dictamen de más de 450 páginas.
La investigación identificó al menos 15 empleados con doble empleo y decenas de irregularidades administrativas. Algunos trabajadores vivían lejos de la sede legislativa, como una empleada con domicilio en Chivilcoy, a 220 kilómetros de La Plata. Estas prácticas sugieren una red de complicidad para obtener beneficios sin cumplir funciones reales.
La fiscalía señala a Claudio Albini, ex subdirector de Personal de la Cámara de Diputados bonaerense, como líder de la asociación ilícita. Albini, junto a su hijo Facundo y otros implicados, se beneficiaban de los sueldos de empleados fantasma, quienes obtenían obra social y jubilación sin trabajar.
Chats encontrados en el teléfono de Rigau evidencian la conexión con los Albini. En uno de ellos, Rigau menciona: “Yo tengo que ir a rendir, ahora estoy por llamar a Claudio…”. Estas comunicaciones refuerzan la hipótesis de una estructura organizada para desviar fondos públicos.
Facundo Albini también aparece comprometido en los mensajes, donde reclama a Rigau por no cumplir con las recaudaciones. Además, se encontraron fotos de comprobantes bancarios que Rigau entregaba tras cada retiro de dinero, incluyendo uno correspondiente a la suegra de Facundo.
La causa, que ya suma más de 800 millones de pesos en perjuicio al Estado, está próxima a ser elevada a juicio oral. Los investigadores continúan analizando pruebas para determinar el alcance total de la red y sus implicancias en la administración pública bonaerense.