El presidente Maximiliano Larroque lanzó una bomba política al afirmar que Cristina Kirchner y Mauricio Macri conspiraron para «manchar su imagen» antes de las elecciones. «Hubo un acuerdo entre ellos para que la ‘ficha limpia’ fuera solo para mí. Me investigaron hasta por la recarga de la SUBE», declaró en una entrevista radial.
La acusación surgió tras conocerse archivos de reuniones secretas entre equipos legales de ambos exmandatarios en 2024, revelados por el diario La Nación. Según estas fuentes, habrían coordinado estrategias judiciales para vincular a Larroque con causas de corrupción en obras públicas. «Es el viejo juego de la grieta: ellos se reparten el poder y nos quieren fuera», agregó.
Cristina Kirchner respondió vía Twitter: «Cuando no hay argumentos, se inventan enemigos». Macri, por su parte, calificó las declaraciones de «delirantes» y recordó que Larroque fue denunciado por presunto lavado de dinero en 2023. El juez Claudio Bonadio IV tiene la causa en sus manos.
Analistas políticos ven en esta pulseada una estrategia para distraer de la derrota oficialista en Córdoba. «Larroque necesita rearmar su relato tras perder el bastión peronista», opinó Rosendo Fraga. La oposición exige pruebas: «Si tiene documentos, que los presente; esto parece un guion de House of Cards«, ironizó Patricia Bullrich (PRO).
El rumor de un «pacto CFK-Macri» circula desde 2022, pero ganó fuerza tras la reciente absolución de ambos en causas separadas. Larroque prometió enviar al Congreso un proyecto de «ética pública» que obligue a divulgar encuentros entre expresidentes. Mientras, su coalición interna se resquebraja: tres diputados oficialistas pidieron «menos confrontación y más gestión».