El economista y primer candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, ratificó su determinación de mantener su postulación de cara a las próximas elecciones, a pesar de las graves acusaciones que lo vinculan con Fred Machado, un empresario argentino con pedido de extradición de Estados Unidos por narcotráfico. En una entrevista radial cargada de emoción, Espert reconoció estar atravesando un «momento muy angustiante» y se quebró en varias ocasiones, pero aseguró que su «lado B» —el de la indignación política— lo impulsa a seguir batallando por las ideas liberales.
La tormenta mediática y judicial que rodea a Espert ha escalado en las últimas semanas, poniendo a prueba la cohesión de la coalición libertaria. El candidato se defendió públicamente de lo que calificó como una «infamia» promovida por sectores políticos opositores, en clara alusión a las denuncias de Juan Grabois. El nudo del conflicto radica en su vínculo previo con Machado y un pago de 200 mil dólares recibido en 2020 por trabajos de reestructuración de deuda para una empresa guatemalteca propiedad del empresario, pagos que él asegura se interrumpieron al enterarse de las acusaciones de narcotráfico.
Un factor clave para su continuidad fue el espaldarazo incondicional del presidente Javier Milei. Espert confirmó que fue él quien solicitó una reunión en la Quinta de Olivos tras la ola de versiones. Tras el encuentro, el candidato agradeció públicamente el apoyo, enfatizando que en ningún momento se sugirió la posibilidad de su renuncia. Espert utilizó un lenguaje gráfico para describir la ética presidencial, señalando que «el primero que me hubiera pegado una patada en el ojete (sic) es Javier Milei, porque él no quiere corruptos en el gobierno», sellando así la línea de defensa oficial.
En su descargo, el diputado enfatizó que su vínculo con Machado se limitó a la campaña presidencial de 2019 y a un trabajo profesional. Insistió en que al momento de la relación, el empresario «no era narco», y que cuando se descubrieron los hechos en 2021, rompió todo contacto y cobro restante. Esta argumentación busca delimitar su responsabilidad temporal, separando su accionar de los delitos imputados posteriormente al empresario.
Sin embargo, el episodio generó un fuerte impacto y preocupación interna en la coalición. El PRO bonaerense, socio de La Libertad Avanza en la provincia, manifestó malestar por el potencial daño electoral de la situación. Figuras de la oposición, como el radical Facundo Manes, han pedido públicamente coherencia a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien previamente había solicitado explicaciones a Espert. El candidato, no obstante, sostuvo que las peticiones de los funcionarios eran «razonables», pero reiteró que el respaldo explícito del jefe de Estado es suficiente para mantener su «pelea por las ideas de la libertad».
La firme decisión de Espert de continuar en la contienda, a pesar del evidente costo emocional y político, transforma su candidatura en un plebiscito sobre la tolerancia del electorado frente a los escándalos que rozan a la política tradicional y al nuevo oficialismo. Con las elecciones del 26 de octubre a la vista, el caso Espert se proyecta como un factor de inestabilidad que podría impactar en la distribución de bancas, obligando al votante a ponderar el proyecto político de la Libertad Avanza frente a la sombra de la corrupción que el espacio mismo prometió erradicar.