Una singular y conmovedora escena capturada en las profundidades del Mar Argentino ha captado la atención del mundo científico y del público en general. Una expedición submarina, que exploraba el talud continental frente a la costa de Mar del Plata, fue testigo de la valiente defensa de una langosta patagónica que, en un acto instintivo de protección, se enfrentó a un robot explorador para salvaguardar a sus crías. La sorprendente interacción fue transmitida en vivo, generando una ola de admiración y comentarios de apoyo a la «langosta guerrera».
La expedición, denominada «Talud Continental IV», es una iniciativa conjunta entre el prestigioso Schmidt Ocean Institute y un equipo de científicos del CONICET. Su objetivo es mapear y estudiar la biodiversidad de los ecosistemas marinos a gran profundidad, una zona del océano aún poco explorada. El vehículo de operación remota (ROV) «SuBastian», equipado con cámaras de alta resolución y brazos robóticos, es el protagonista de estos descensos que revelan la vida oculta en el lecho marino.
El inusual encuentro tuvo lugar a 1.883 metros de profundidad, donde el robot se aproximó a una roca que servía de refugio para una langosta hembra de la especie Thymops birsteini y sus ocho pequeñas crías. La langosta, también conocida como langosta de las profundidades o langosta de la Patagonia, observó con cautela al visitante metálico. Cuando los investigadores intentaron recolectar una muestra de un caracol cercano, la madre langosta interpretó la acción como una amenaza directa a su familia y lanzó un ataque frontal.
Con sus grandes pinzas, el crustáceo arremetió repetidamente contra el brazo del robot, un acto de valentía que dejó perplejos a los científicos a bordo del buque de investigación. La reacción, aunque inesperada, fue un claro ejemplo de la férrea protección maternal en el reino animal, demostrando que incluso en las condiciones más extremas y a miles de metros bajo el agua, el instinto de supervivencia de la especie prevalece.
Los científicos, respetando el instinto de la madre, completaron su tarea rápidamente y se alejaron sin causar daño al animal. La transmisión en vivo del evento se volvió viral, y los comentarios de los espectadores reflejaron una mezcla de humor y respeto por el pequeño guardián de las profundidades. La historia de esta langosta no solo ofrece una anécdota memorable, sino que también resalta la importancia de la investigación marina para comprender mejor la vida y los comportamientos de las especies que habitan en las zonas abisales.
El suceso subraya la fragilidad y la resiliencia de la vida en los ecosistemas marinos profundos. Este tipo de hallazgos no solo enriquecen el conocimiento biológico, sino que también sensibilizan sobre la necesidad de proteger estos entornos frente a las presiones del cambio climático y la actividad humana. La langosta de la Patagonia, con su acto de bravura, se ha convertido en un símbolo inesperado de la lucha por la supervivencia en un mundo que aún nos depara infinitas sorpresas.