En octubre, los precios mayoristas registraron un incremento del 7,1%, ubicándose por debajo de la variación del dólar oficial, que aumentó un 9,5%. Este desacople refuerza la perspectiva del equipo económico de reducir el ritmo del «crawling peg», una medida que el presidente electo Javier Milei prometió implementar gradualmente con recortes del 2% mensual.
Uno de los factores clave que moderaron la inflación mayorista fue la eliminación parcial del impuesto PAIS sobre las importaciones de bienes intermedios y capital, lo que generó una deflación del 0,5% en los productos importados. Este alivio en los costos importados impactó positivamente en la estructura de precios y podría actuar como un freno adicional para la inflación minorista en noviembre, proyectada en torno al 10%.
El índice de precios mayoristas acumuló un aumento del 165% en lo que va del año, reflejando la influencia de la devaluación post-PASO de agosto y los ajustes salariales en sectores clave. Sin embargo, la brecha entre los precios mayoristas y el dólar oficial evidencia la presión inflacionaria contenida por medidas temporales, como la estabilización de tarifas y acuerdos sectoriales.
Desde el equipo de Milei, han enfatizado la necesidad de desacelerar el ritmo devaluatorio para contener el traslado a precios. «El crawling peg debe acompañar una estrategia integral que incluya disciplina fiscal y apertura comercial gradual para mitigar el impacto inflacionario», señalaron fuentes cercanas al presidente electo. Esta política contrasta con la dinámica previa, donde el dólar oficial ajustaba para sostener la competitividad exportadora en un contexto de creciente brecha cambiaria.
Analistas advierten que, si bien las medidas recientes brindan un alivio transitorio, el desafío radica en garantizar una estabilización sostenible. «El control de la inflación mayorista es clave porque actúa como un termómetro para los costos empresariales y, eventualmente, para los precios al consumidor», explicó el economista Federico Furiase, quien destacó la importancia de unificar el mercado cambiario como parte de un plan más amplio de estabilización.
Con la inflación minorista todavía en niveles preocupantes, la apuesta por moderar el ritmo de devaluación será puesta a prueba en las próximas semanas. Mientras tanto, los sectores industriales, que han registrado costos más estables en octubre, podrían beneficiarse de una mayor previsibilidad, aunque siguen alertas a posibles ajustes tarifarios y cambios en la estructura impositiva previstos para 2024.