El Club Atlético Boca Juniors emitió un comunicado oficial en las últimas horas que generó profunda preocupación en el ámbito deportivo al confirmar el delicado estado de salud de su director técnico, Miguel Ángel Russo. El comunicado precisó que el entrenador, uno de los símbolos más queridos de la institución, se encuentra «cursando una internación domiciliaria con pronóstico reservado», recibiendo atención permanente de su equipo médico y en compañía de su familia. La difusión de este parte médico oficial terminó con semanas de rumores, dando paso a una ola masiva de solidaridad en el fútbol nacional.
La prolongada ausencia de Russo en el banco de suplentes durante los últimos partidos, incluyendo la reciente goleada 5-0 ante Newell’s Old Boys, había encendido las alarmas. Fuentes cercanas al club indicaron que el entrenador, de 69 años, ha atravesado una serie de internaciones recientes, inicialmente por un cuadro infeccioso y luego por deshidratación. Estas complicaciones le han impedido retomar el mando del plantel profesional a tiempo completo, quedando la dirección técnica interina en manos de su asistente, Claudio Úbeda.
El «pronóstico reservado» enciende un foco de atención particular, dada la batalla de fondo que Russo ha librado en silencio contra un cáncer de próstata desde 2017. Analistas y periodistas especializados recordaron que la tenacidad del DT le permitió incluso conquistar un título en Colombia mientras se sometía a quimioterapia. Esta enfermedad de base, sumada a los cuadros infecciosos recientes, agrava su estado, obligando al club a extremar los cuidados y mantener la estricta reserva médica para asegurar las mejores condiciones para su recuperación.
En el vestuario de Boca, la preocupación se transformó en un emotivo motor de motivación. Tras la contundente victoria en La Bombonera, el capitán Leandro Paredes y el técnico interino Claudio Úbeda dedicaron públicamente el triunfo al entrenador. Úbeda, quien se encuentra al mando del equipo, subrayó que Russo sigue siendo «la cabeza de nuestro grupo» y mantiene un canal abierto de comunicación para consensuar las decisiones deportivas, una muestra del profundo respeto y el liderazgo silencioso que el DT ejerce incluso desde su hogar.
La respuesta al comunicado trascendió las fronteras del club de la Ribera. Dirigentes, exfutbolistas y clubes rivales, como el propio presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia, enviaron mensajes de apoyo, destacando el respeto y el legado de Russo en la historia del deporte. El histórico campeón de la Copa Libertadores 2007 es una figura de consenso y afecto en el fútbol argentino, y la noticia de su estado de salud ha generado una unificación de deseos por su pronta recuperación, más allá de la rivalidad deportiva.
De cara a los próximos compromisos del Torneo Clausura, el plantel deberá mantener el enfoque bajo la conducción de Úbeda, quien buscará preservar el buen momento futbolístico en coordinación con el cuerpo médico. La dirigencia y los hinchas de Boca Juniors esperan ansiosos una evolución favorable, conscientes de que la mayor batalla que hoy libra Miguel Ángel Russo se juega fuera de la cancha, y su liderazgo sigue siendo un faro para el Xeneize en la recta final de la competición.