El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha denunciado enérgicamente el estado físico de los tres rehenes liberados este sábado por Hamás, calificándolo como «un crimen contra la humanidad». Los rehenes, identificados como Eli Sharabi, de 52 años; Ohad Ben Ami, de 56; y Or Levy, de 34, fueron entregados a la Cruz Roja en Gaza antes de ser trasladados a Israel. Tras 491 días de cautiverio, regresaron visiblemente demacrados y debilitados, lo que ha generado una profunda indignación en la sociedad israelí.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también expresó su consternación por la condición de los rehenes y anunció que Hamás enfrentará «medidas apropiadas» en respuesta a este trato inhumano. Netanyahu describió la liberación de los rehenes como un «espectáculo cínico y cruel» y enfatizó que tales acciones no quedarán sin respuesta.
Este intercambio es el quinto que se realiza bajo la actual tregua entre Israel y Hamás. En esta ocasión, Israel liberó a 183 prisioneros palestinos a cambio de los tres rehenes israelíes. Sin embargo, la liberación de los rehenes en condiciones tan deplorables ha intensificado las tensiones y ha suscitado críticas internacionales.
Las imágenes de los rehenes, visiblemente desnutridos y debilitados, han conmocionado a la opinión pública. El ministro de Justicia israelí, Gideon Sa’ar, comparó su apariencia con la de «supervivientes del Holocausto» y afirmó que Hamás ha cometido crímenes de lesa humanidad al maltratar a los cautivos. «Es necesario erradicar el mal de Hamás, igual que se hizo con los nazis», concluyó Sa’ar.
Por su parte, Hamás ha criticado a Israel por supuestamente retrasar la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, lo que ha añadido más tensión a la ya frágil tregua. Este intercambio de prisioneros y rehenes pone de relieve las profundas desconfianzas y la crisis humanitaria en curso en la región.
La comunidad internacional observa con preocupación estos acontecimientos. Organizaciones de derechos humanos han instado a ambas partes a respetar los acuerdos de alto el fuego y a garantizar el trato humano de los prisioneros y rehenes. La liberación de rehenes en condiciones tan deplorables subraya la urgencia de una solución pacífica y sostenible al conflicto en Gaza.