En un extenso y enérgico texto publicado en la red social X, el presidente Javier Milei reiteró su postura económica de que la subida del valor del dólar no tiene un impacto directo y causal sobre la inflación. La publicación, que el mandatario definió como un complemento a su reciente alocución en cadena nacional, profundiza en los fundamentos teóricos que sustentan el plan económico de su gobierno, reafirmando que la inflación es un fenómeno exclusivamente monetario. Con un estilo que combina la argumentación académica con la crítica política, Milei busca desterrar lo que considera un «falso mito» en la opinión pública y en parte del análisis económico tradicional.
El eje central del argumento presidencial es la primacía de la política monetaria como único factor determinante de la variación de precios. Citando a economistas de la talla de Milton Friedman y otros exponentes de la Escuela Austríaca, Milei sostiene que el aumento en la cantidad de dinero en circulación es la verdadera raíz del problema inflacionario. Desde esta perspectiva, la escalada del dólar es simplemente un reflejo de esa expansión monetaria y no la causa principal, desvinculando la cotización de la divisa de la dinámica de los precios minoristas que afectan al ciudadano común.
El texto no solo se dedica a la teoría, sino que también carga duramente contra los analistas y economistas que, a su juicio, han errado sistemáticamente en sus pronósticos. El presidente utiliza un tono combativo para señalar que muchos de estos «gurúes del dólar» no han logrado anticipar los movimientos económicos, incluso en gestiones anteriores a la suya. Esta crítica busca desacreditar las voces que advierten sobre un posible traslado de la devaluación del peso al costo de vida, reforzando la idea de que su administración es la única que tiene el diagnóstico correcto y la solución a largo plazo.
La publicación se enmarca en un contexto de incertidumbre económica, donde la fluctuación del tipo de cambio genera una constante preocupación en el mercado y en la sociedad. Mientras los sectores productivos y financieros observan con atención el precio de la divisa, el gobierno de Milei se esfuerza por transmitir un mensaje de calma y confianza en su estrategia, desestimando la influencia de factores externos como el dólar y concentrando el foco en la disciplina fiscal y la contención de la emisión monetaria.
Los expertos del sector, sin embargo, mantienen un debate abierto. Algunos coinciden con el diagnóstico presidencial sobre el rol fundamental de la política monetaria, pero otros advierten sobre los efectos indirectos del precio del dólar en una economía tan dependiente de las importaciones. Para estos últimos, el aumento de la divisa inevitablemente se traduce en un incremento en los costos de los insumos y, por ende, impacta en los precios finales, especialmente en bienes de consumo masivo, incluso si no es el factor inicial.
El cierre del texto presidencial se proyecta hacia el futuro, dejando en claro que el gobierno no variará su rumbo económico. La publicación puede interpretarse como un intento de blindar su política de ajuste frente a las críticas y de consolidar un nuevo paradigma económico en Argentina. El desafío, según el propio presidente, es lograr que la sociedad y los mercados adopten esta visión, demostrando con resultados que el enfoque en la disciplina monetaria es el camino inequívoco para domar la inflación.