Desde la asunción de Juan Román Riquelme como vicepresidente segundo y encargado del fútbol en Boca Juniors en diciembre de 2019, el club ha experimentado una notable rotación en su dirección técnica. En poco más de cinco años, seis entrenadores han ocupado el banquillo xeneize, reflejando una búsqueda constante de estabilidad y éxito deportivo.
El primer elegido por Riquelme fue Miguel Ángel Russo, quien asumió en diciembre de 2019. Durante su gestión de 597 días, Russo conquistó la Superliga 2019-2020 y la Copa Diego Maradona 2020. Sin embargo, tras una polémica eliminación en los octavos de final de la Copa Libertadores 2021 ante Atlético Mineiro, su ciclo llegó a su fin en agosto de 2021.
Sebastián Battaglia, el jugador más laureado en la historia de Boca, tomó las riendas en agosto de 2021. Bajo su dirección, el equipo obtuvo la Copa Argentina 2020 y la Copa de la Liga Profesional 2022. No obstante, una nueva eliminación en octavos de final de la Libertadores 2022 frente a Corinthians precipitó su salida en julio de 2022, tras 323 días en el cargo.
Hugo Ibarra, ex lateral derecho del club, fue el siguiente en asumir la dirección técnica en julio de 2022. Durante su gestión de 260 días, Boca se consagró campeón de la Liga Profesional 2022 y de la Supercopa Argentina 2023. A pesar de estos logros, Ibarra fue cesado de su puesto en marzo de 2023.
Tras la salida de Ibarra, Mariano Herrón asumió como entrenador interino en marzo de 2023. Su breve paso dio lugar a la llegada de Jorge Almirón en abril de 2023. Almirón, con experiencia en clubes como Lanús y San Lorenzo, buscó imprimir su estilo al equipo, pero su ciclo culminó en diciembre de 2023 sin títulos destacados.
En octubre de 2024, Fernando Gago, ex mediocampista de Boca y la selección argentina, fue nombrado entrenador principal. Gago arribó con la misión de revitalizar al equipo tras la salida de Diego Martínez. Sin embargo, una serie de resultados adversos, incluyendo una derrota por 1-0 ante Alianza Lima en la Copa Libertadores, han puesto en duda su continuidad. El próximo enfrentamiento contra Rosario Central se perfila como decisivo para su futuro en el club.
La constante rotación en la dirección técnica durante la era Riquelme evidencia la dificultad de encontrar un proyecto a largo plazo que brinde estabilidad y éxitos sostenidos. La presión inherente a un club de la magnitud de Boca Juniors exige resultados inmediatos, lo que ha derivado en cambios frecuentes en el banquillo xeneize.