La inflación núcleo interrumpió su desaceleración y en agosto impactarán aumentos de tarifas. Este viernes se conocerá el índice mayorista, que en junio fue de 2,7 por ciento

El Gobierno celebró el dato de inflación de julio al remarcar que es el índice mensual más bajo en dos años y medio y espera que un indicador clave que se conocerá esta semana, el de los precios mayoristas, sume un argumento a la presunción de los despachos oficiales de que la inflación puede arrimarse hacia el 2% mensual y así quedar igualado con el ritmo del tipo de cambio.
Esto último, que el Poder Ejecutivo suele denominar “convergencia” entre los precios y el crawling peg del dólar oficial administrado por el Banco Central, sería el primer paso de la secuencia que tenga a la salida del cepo cambiario como último eslabón. Requiere, primero, ese “empate” de 2% entre la inflación y el dólar, y luego reforzar el ancla cambiaria al bajar el ritmo de depreciación a 1% para que el IPC tienda hacia esa dirección.
“Vamos Toto carajo. La inflación (IPC) del mes de julio fue del 4%, la más baja desde enero de 2022… Viva la libertad carajo”, tuiteó el presidente Javier Milei esta tarde, en referencia a su ministro de Economía, Luis Caputo.
Por lo pronto, los datos de julio mostraron la inflación más baja no solo desde el cambio de gobierno sino desde enero de 2022, al observar la película con mayor amplitud. Julio tuvo así el tercer mes consecutivo de desaceleración de la inflación medida en términos interanuales. El Ministerio de Economía, tras el dato del Indec, remarcó que las medias móviles, es decir, el análisis de inflación en un período determinado para observar tendencias, “es consistente con una profundización en el proceso de desinflación”.
“La media móvil de 3 meses de la variación del IPC Nacional se ubicó en el menor nivel desde febrero de 2022, y resultó más de 3 puntos inferior a la media móvil de 6 meses. Este último indicador ya es el más bajo desde julio del año pasado”, indicaron.
Otra particularidad: el mes pasado fue el primero del año en que el dato del Indec fue más alto que el estimado por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, que esperaba un 3,9 por ciento. En meses anteriores, el día de la publicación del dato oficial, el Palacio de Hacienda remarcó con insistencia la distancia entre la proyección de inflación del REM y el dato final, aunque solía hacerlo con las estimaciones privadas de diciembre pasado. En una presentación ante inversores, el BCRA había planteado que trabajaba con una expectativa de 3,7% del IPC general de julio y de 3,2% en la núcleo.
“La inflación de julio es un gran dato para el gobierno, teniendo en cuenta que no solo se trata del más bajo de la administración actual, sino que también es la inflación mensual más baja en desde enero de 2022. La desaceleración también se observa en la variación anual, que bajó por tercer mes consecutivo”, dijo Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
“El dato de agosto será más alto debido a los aumentos de regulados. Si bien lo importante es seguir observando la tendencia de la inflación núcleo, las primeras semanas de agosto mostraron un leve rebote en comparación con las primeras semanas de julio, con lo cual comienza a vislumbrarse un panorama algo más complicado. Dentro de las posibles causas se encuentra salto del tipo de cambio que tuvimos en los últimos meses, el cual reflejó en primera instancia la depreciación de la moneda”, planteó el economista de LyP.
“Por otro lado, en septiembre esperamos que la baja de 10 puntos del impuesto PAIS se traslade a una baja de los precios de los bienes importables, motivo por el cual es probable que en septiembre se vuelva a presentar una baja en la inflación”, concluyó.