En un escenario político efervescente, el presidente de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, Sebastián Pareja, ha salido al cruce de las críticas internas y externas sobre el cierre de listas y la incorporación de dirigentes con trayectoria en otros espacios. En una contundente declaración, Pareja defendió la visión de “tabula rasa” promovida por el presidente Javier Milei, argumentando que quien cuestiona a los candidatos del Presidente, en realidad, está cuestionando al propio mandatario y la esencia de la renovación política que propone el espacio.
La controversia surgió tras la inclusión de figuras como Pablo Morillo en la Segunda Sección Electoral, quien previamente había elogiado al gobernador Axel Kicillof. Pareja minimizó estas objeciones, enfatizando que la única métrica válida para los postulantes es su adhesión a las ideas libertarias, independientemente de su pasado político. “Aquel que no lo entienda está combatiendo al presidente de la Nación”, afirmó en diálogo con Radio Rivadavia, subrayando que la “tabula rasa” implica un borrón y cuenta nueva con todo lo anterior a 2023. El dirigente de LLA insistió en que el objetivo es sumar a aquellos que pueden abrazar las ideas de la libertad, sin caer en purismos ideológicos restrictivos.
Respecto a la presunta exclusión de referentes del espacio digital «Las Fuerzas del Cielo», Pareja desmintió tales afirmaciones, explicando que el armado de LLA en la provincia ha sido un proceso de conformación de distintas estructuras. Si bien reconoció la prevalencia digital y la relación personal de «Las Fuerzas del Cielo» con Karina y Javier Milei, destacó la importancia de otras estructuras como la escuela de formación y el trabajo en universidades, que han provisto una base sólida al partido. Esta explicación sugiere una estrategia de construcción más amplia y pragmática, orientada a generar una estructura política robusta más allá de la militancia puramente digital.
El dirigente bonaerense también abordó la alianza con el PRO y la incorporación de figuras provenientes de ese partido y del espacio de Patricia Bullrich en las listas. Lejos de ser un mero acuerdo electoral, Pareja enfatizó que se trata de una alianza con proyección institucional, pensada para “gobernar la provincia” en el futuro. Este enfoque estratégico busca consolidar un proyecto de gobierno en línea con las prioridades del Presidente, priorizando la representatividad y el mérito sobre los cupos tradicionales o las lógicas de antaño. La integración de diversos actores, según Pareja, es motivo de orgullo y refleja la amplitud que La Libertad Avanza busca para su consolidación en el territorio.
En un contexto de fuertes discusiones sobre la coherencia ideológica y la trayectoria de los candidatos, Pareja fue enfático al cuestionar la noción de “pureza” política. “¿Dónde radica la impureza? Puede haber gente que tenga antecedente de tiempo vinculado con el liberalismo, pero a la hora de defender, es un desastre”, sentenció, priorizando la capacidad de defender las ideas de la libertad por encima de un pasado inmaculado. Esta postura refleja una búsqueda de pragmatismo y eficacia en el armado político, donde la lealtad al proyecto del Presidente y la capacidad de ejecución son valoradas por encima de la militancia histórica.
El cierre de listas en la provincia de Buenos Aires, a pesar de los “contratiempos técnicos” y las presuntas “trampas del kirchnerismo” denunciadas por Pareja, culminó con la presentación en tiempo y forma de 2.217 candidatos con “ficha limpia”. Este proceso, aunque no exento de polémicas, es presentado por La Libertad Avanza como un esfuerzo por “ordenar la nueva política” y construir un espacio capaz de competir y gobernar. La insistencia de Pareja en la lealtad al Presidente y a sus ideas, como eje central de la validación de los candidatos, marca el tono de la estrategia de LLA en su intento de consolidar su presencia en el escenario político argentino.