La oposición en el Congreso Nacional convocará a una sesión especial el próximo 9 de octubre con el objetivo de revertir el veto del presidente Javier Milei a la ampliación de los fondos destinados a las universidades públicas. La decisión de Milei de bloquear el incremento presupuestario para el sector educativo ha generado fuertes reacciones, especialmente desde la Unión Cívica Radical (UCR) y otros bloques opositores, que ya comenzaron a negociar para sumar los votos necesarios y llevar el tema al recinto.
El veto presidencial fue ratificado por Milei días atrás, argumentando que el ajuste es necesario para cumplir con las metas fiscales y reducir el déficit público, una de las principales promesas de su gestión. Sin embargo, la oposición considera que la medida perjudica gravemente a las universidades, las cuales ya enfrentan un escenario de precariedad financiera. El debate se ha centrado en la necesidad de garantizar el acceso a la educación superior de calidad, en un país donde las universidades públicas juegan un papel fundamental en la formación de profesionales.
Desde la UCR, el bloque liderado por Alfredo Cornejo ha tomado la iniciativa para convocar a la sesión del 9 de octubre. Según fuentes partidarias, las negociaciones ya están avanzadas con otras fuerzas opositoras como el Frente de Todos y el Interbloque Federal, que también se han manifestado en contra del veto. El objetivo es lograr el quórum necesario para tratar el tema y, eventualmente, revertir la decisión del Ejecutivo.
La gran incógnita reside en la postura que adoptará el PRO, el principal socio de Milei en la coalición de gobierno. Aunque hasta ahora los legisladores del PRO han respaldado las políticas de ajuste fiscal del presidente, algunos sectores internos del partido, como los liderados por Horacio Rodríguez Larreta, han manifestado su desacuerdo con el recorte de fondos a las universidades. De cara a la sesión del 9 de octubre, la división en el PRO podría ser clave para definir el resultado de la votación.
Además del impacto político, el veto de Milei ha desatado una ola de críticas en el ámbito académico. Rectores de varias universidades nacionales, así como gremios docentes, han alertado sobre la situación crítica que atraviesan muchas instituciones educativas debido a la falta de fondos. La Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y otras casas de estudios han advertido que, sin el presupuesto adicional, será difícil garantizar el normal funcionamiento de las carreras y el acceso a becas para estudiantes de bajos recursos.
Por su parte, el gobierno ha defendido la medida argumentando que es parte de un plan más amplio para ordenar las cuentas públicas y reducir el gasto. Según fuentes oficiales, el Ejecutivo está trabajando en un esquema de financiamiento alternativo para las universidades que incluye la promoción de acuerdos con el sector privado y el fomento de la investigación aplicada. Sin embargo, los opositores consideran que estas propuestas son insuficientes y no resuelven el problema estructural de la financiación universitaria.
En este contexto, la sesión del 9 de octubre promete ser una batalla clave en el Congreso. Para revertir el veto presidencial, la oposición necesita una mayoría especial de dos tercios, lo que significa que deberá sumar votos de sectores moderados o indecisos, incluidos algunos legisladores oficialistas. La estrategia de la oposición es utilizar la presión pública y el apoyo de la comunidad educativa para inclinar la balanza a su favor.
A medida que se acerca la fecha, crece la expectativa sobre el desenlace de esta disputa. De lograrse la reversión del veto, sería un golpe significativo para el gobierno de Milei y una victoria para la oposición en su lucha por defender la educación pública.