Las principales petroleras de Argentina, incluyendo a Shell, Axion y Puma Energy, anunciaron una reducción en los precios de los combustibles, siguiendo el camino marcado por YPF. Esta medida llega en un contexto de estabilización en los costos internacionales del petróleo y presiones del Gobierno para aliviar la inflación.
Según analistas, la baja ronda entre el 3% y 5% en naftas y gasoil, dependiendo de la región. YPF fue la primera en ajustar sus valores, tras meses de reclamos por parte de usuarios y transportistas. La compañía estatal justificó el movimiento por una mejora en los costos de refinación.
El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró la decisión y aseguró que «es un paso más en la lucha contra la inflación». Sin embargo, algunos economistas advierten que el impacto real en los bolsillos dependerá de futuras variaciones en los impuestos y el tipo de cambio.
Esta rebaja coincide con una leve caída en la demanda, producto del aumento del uso de vehículos eléctricos y alternativas energéticas. Aun así, los combustibles fósiles siguen dominando el mercado local, con una participación del 85% en el transporte.
Las petroleras también enfrentan el desafío de modernizar sus operaciones ante la transición energética global. Mientras tanto, los consumidores esperan que esta reducción no sea temporaria, como ha ocurrido en anteriores oportunidades.
El próximo mes será clave para evaluar si esta política se mantiene o si factores externos, como conflictos geopolíticos, vuelven a presionar los precios al alza.