El escenario electoral en la Provincia de Buenos Aires se recalienta de manera abrupta tras la decisión de La Libertad Avanza (LLA) de impulsar la candidatura del referente del PRO, Diego Santilli, para encabezar su lista de diputados nacionales, reemplazando al economista José Luis Espert, cuya renuncia generó una crisis de último momento. Este movimiento político, interpretado como un intento de fortalecer la coalición oficialista con figuras de mayor volumen electoral y estructura territorial, ha chocado de frente con la realidad logística y legal de la Justicia Nacional Electoral.
La principal controversia reside en la viabilidad de realizar cambios en las boletas ya oficializadas, a escasas semanas de los comicios. Fuentes de la Justicia Electoral han sido categóricas al advertir que, a esta altura del calendario, resulta materialmente imposible reimprimir la totalidad de las boletas. La ley electoral establece plazos estrictos para la presentación y aprobación de candidatos y el inicio de la impresión masiva, por lo que cualquier modificación tardía podría dejar las boletas con el nombre del candidato original.
Este dilema no es meramente administrativo, sino que tiene profundas implicaciones políticas y financieras. Tras la salida de Espert de la lista, sectores de la oposición han elevado el tono, reclamando públicamente que sea La Libertad Avanza quien asuma el millonario costo de una eventual reimpresión de boletas si la justicia lo considerara necesario, transfiriendo la carga económica de la crisis interna del oficialismo al propio partido.
El presidente Javier Milei, en una reacción pública, intentó mitigar el impacto de la crisis interna, desvinculando el hecho de la misión de su gobierno. El mandatario calificó la situación como una «operación maliciosa» que busca poner en riesgo el «proceso de cambio profundo», enfatizando que «garantizar el cambio es más importante que cualquiera de nosotros» y reiterando su lema de campaña: «La Libertad Avanza o Argentina retrocede».
La figura de Diego Santilli no es nueva en el esquema de alianzas con LLA. El ex vicejefe de Gobierno porteño y excandidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por Juntos por el Cambio, ya había manifestado previamente su voluntad de colaborar con el proyecto libertario. No obstante, la oficialización de su candidatura en este momento, a través de una maniobra de último momento, revela la necesidad perentoria de LLA de asegurar la mayor cantidad de bancas posibles para evitar un «laberinto legislativo» post-electoral.
En el corto plazo, el foco se centrará en la resolución de la Justicia Electoral, que deberá definir la validez de la nueva postulación y, crucialmente, la forma en que se presentarán las boletas a los electores. El dilema entre la ambición política de sumar una figura de peso como Santilli y la limitación logística de los tiempos electorales subraya la tensión y las negociaciones de alto voltaje que rodean las elecciones intermedias, clave para la estabilidad y la gobernabilidad del oficialismo.