La capital de Chaco, Resistencia, amaneció este lunes bajo un manto de intensas lluvias y tormentas, un escenario climático que ha puesto en alerta a la población y a las autoridades. Desde las 6 de la mañana, las precipitaciones han sido constantes, generando un cambio abrupto en la dinámica urbana y vial de la provincia. La situación responde a un pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) que advertía sobre la probabilidad de tormentas, algunas de ellas localmente fuertes, para la mayor parte del día.
El SMN había anticipado un alto rango de probabilidad de precipitaciones, entre el 40% y el 70%, para la jornada, con la previsión de que el cielo se mantuviera mayormente nublado durante la noche. Este patrón meteorológico se inscribe en una serie de eventos de inestabilidad que han caracterizado al clima regional en las últimas semanas, lo que refuerza la necesidad de cautela y preparación por parte de los ciudadanos ante eventos climáticos severos.
La llegada de las lluvias, si bien necesaria para los ecosistemas y las actividades agrícolas, ha generado un llamado a la precaución, especialmente para el tránsito vehicular. Las autoridades de seguridad vial han insistido en la importancia de respetar la distancia de frenado y moderar la velocidad, ya que las calzadas mojadas aumentan significativamente el riesgo de accidentes. La visibilidad reducida y el aquaplaning son riesgos latentes que demandan la máxima atención de los conductores.
El contraste climático llegará el martes, cuando el pronóstico indica un cambio radical en las condiciones. Se espera que la jornada comience con bancos de niebla en la capital chaqueña y sus alrededores, un fenómeno que se disipará a lo largo del día para dar paso a un cielo despejado. Este escenario de transición evidencia la volatilidad del clima local y subraya la importancia de estar informados sobre las previsiones meteorológicas.
Las temperaturas para el martes se proyectan con una mínima de 10°C y una máxima que podría alcanzar los 25°C. Esta amplitud térmica, característica de la región, traerá un alivio después de las tormentas, permitiendo a los ciudadanos retomar sus actividades cotidianas con mayor normalidad. Sin embargo, el riesgo de neblina matutina sigue siendo un factor a considerar para quienes se desplacen en las primeras horas del día.
En retrospectiva, el inicio de semana lluvioso en el Chaco sirve como un recordatorio de los desafíos que presenta el cambio climático. Las fluctuaciones extremas, de la sequía a las tormentas intensas, requieren una adaptación constante de la infraestructura urbana y un mayor compromiso cívico en la prevención de riesgos. La respuesta de la ciudadanía ante estas condiciones adversas es crucial para mitigar el impacto de los fenómenos meteorológicos y asegurar la seguridad colectiva.