El senador Luis Juez ha vuelto a encender la polémica en el escenario político argentino al lanzar duras críticas contra el gobierno a raíz de las presuntas irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Con un tono de indignación que lo caracteriza, el legislador cordobés cuestionó la supuesta existencia de una trama de coimas que salpicaría a altos funcionarios, utilizando una frase que resuena con fuerza: “¿No hay plata para los discapacitados pero sí para la cometa?”. El dardo apunta directamente a la narrativa oficial de austeridad, confrontándola con acusaciones de corrupción.
Las declaraciones de Juez se basan en audios filtrados que involucran a Diego Spagnuolo, exfuncionario de ANDIS, quien habría aludido a peticiones de sobornos. La situación cobra mayor gravedad al mencionar a figuras de la cúpula política, como Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y a su primo Eduardo “Lule” Menem. La exigencia de Juez, que pide claridad y transparencia sobre el destino de los fondos públicos, pone de manifiesto una profunda desconfianza y un quiebre en la relación que, hasta ahora, había sido de apoyo condicional al oficialismo.
La postura del senador es particularmente relevante debido a su voto a favor de la ley de emergencia en Discapacidad y Salud Pediátrica, una decisión que lo distanció de la mayoría de sus pares de La Libertad Avanza. Este gesto le valió críticas virulentas en las redes sociales, donde fue tildado de «traidor». Sin embargo, Juez defendió su voto como un acto de coherencia, argumentando que su apoyo al gobierno se basa en la esperanza de un cambio real, no en una obediencia ciega. La contradicción entre la falta de recursos para un sector vulnerable y la presunta corrupción ha sido el eje de su denuncia.
El contexto de las declaraciones de Juez añade una capa de complejidad. El senador ha manifestado su frustración tras haber sido excluido de las listas de La Libertad Avanza en Córdoba, lo que ha agudizado su distancia con el poder central. Su voto en el Senado, en un tema tan sensible como la discapacidad, se ha convertido en un punto de inflexión en su estrategia parlamentaria. El legislador parece estar reposicionándose como una voz crítica dentro del espectro político, marcando su propia agenda y desafiando al oficialismo en temas de transparencia y gestión pública.
Las acusaciones de Juez ponen al gobierno en una posición incómoda, obligándolo a dar explicaciones sobre el manejo de los fondos y la integridad de sus funcionarios. La sociedad civil y las organizaciones de personas con discapacidad han estado exigiendo respuestas y soluciones a la crisis de financiamiento del sector. En este sentido, las palabras del senador no solo resuenan en el ámbito político, sino que también canalizan el clamor de miles de familias afectadas por la precaria situación.
El desenlace de esta polémica es incierto. El gobierno deberá responder a las serias acusaciones y el Senado podría convertirse en un escenario de debate y presión para esclarecer los hechos. La firmeza de Juez en su reclamo sugiere que no dará marcha atrás, y su denuncia podría ser el catalizador que impulse una investigación más profunda sobre las finanzas de la ANDIS. La situación subraya la fragilidad de la confianza pública y la necesidad de una rendición de cuentas rigurosa.