Este verano, en Argentina, la presencia de mosquitos ha mostrado una reducción en comparación con el año pasado, especialmente en el caso del Aedes albifasciatus, conocido como el “mosquito de inundación”. Esto se debe a las bajas precipitaciones, ya que esta especie prolifera en áreas con charcos y anegamientos. Sin embargo, el Aedes aegypti, responsable de la transmisión del dengue, muestra niveles habituales y no depende exclusivamente de las lluvias para su reproducción, ya que también puede criarse en recipientes con agua sucia proporcionada por los humanos. Aunque la disminución de mosquitos ha sido notable, las autoridades siguen monitoreando la situación. El Aedes aegypti sigue siendo una preocupación, pues su expansión ha aumentado en el país, especialmente en las temporadas de calor, y el año pasado se registró la peor epidemia de dengue, con 419 muertes. Para prevenir la proliferación de mosquitos, se recomienda limpiar y eliminar criaderos de agua estancada, como baldes y bebederos.
Menos mosquitos este verano: ¿qué esperar después de las lluvias?
