El presidente Javier Milei firmó recientemente un decreto que refrenda el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), revelando aspectos clave del programa en negociación entre el organismo y funcionarios argentinos. Este acuerdo, que aún requiere aprobación legislativa, contempla un programa de facilidades extendidas hasta 2035, incluyendo un período de gracia de cuatro años y medio antes de iniciar la devolución de fondos. Los desembolsos del FMI se destinarán al pago de «las Letras Intransferibles en dólares en poder del Banco Central» y a «las operaciones de crédito público celebradas en 2022 cuyo vencimiento opere dentro de los cuatro años de la suscripción del acuerdo».
La reacción del mercado bursátil fue moderada. Los bonos soberanos en dólares registraron una leve alza promedio del 0,2%, mientras que el riesgo país, medido por JP Morgan, disminuyó dos unidades, situándose en 720 puntos básicos. Inicialmente, el índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires mostró una mejora superior al 2%. Sin embargo, la imposición de un arancel adicional del 25% por parte de Estados Unidos al acero importado desde Canadá, en el contexto de la «guerra» comercial iniciada por Donald Trump, revirtió esta tendencia, llevando al índice a una pérdida del 0,5%, ubicándose en 2.120.000 puntos.
El acuerdo con el FMI busca aliviar la carga financiera del país en los próximos años. Según lo divulgado, el nuevo préstamo tendría un plazo de amortización de 10 años y un período de gracia de 4 años y 6 meses. Los fondos se destinarán exclusivamente a la cancelación de deudas con el Banco Central y el propio FMI. Los pagos pendientes con el organismo ascienden a USD 21.000 millones hasta 2028, mientras que la deuda del Tesoro con el Banco Central en Letras Intransferibles alcanza los USD 23.000 millones a valor de mercado. Este desembolso serviría para eliminar dicho pasivo en el corto plazo.
Analistas del mercado mantienen una postura expectante. Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, señaló que los inversores están atentos al tratamiento legislativo del decreto y a detalles específicos sobre montos, calendario de desembolsos y el esquema cambiario. La evaluación del mercado dependerá de la rapidez con la que se eliminen los controles cambiarios y esquemas como el «dólar blend», que limitan la capacidad del Banco Central para acumular reservas.
Por su parte, Max Capital considera que la noticia podría ser positiva para los precios de los bonos, ya que el FMI se convierte implícitamente en un acreedor junior frente a los inversores privados. No obstante, la cautela prevalece debido a factores externos, como las tensiones comerciales internacionales, que podrían influir en la estabilidad económica local.
En resumen, la revelación de los detalles del acuerdo con el FMI ha generado una respuesta mixta en los mercados argentinos. Mientras algunos indicadores muestran mejoras, la volatilidad persiste debido a la incertidumbre tanto en el ámbito interno como en el externo. La aprobación legislativa del acuerdo y la implementación efectiva de las medidas propuestas serán cruciales para determinar la dirección futura de la economía argentina.