El presidente argentino, Javier Milei, ha solicitado la dimisión del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, debido a la alarmante ola de inseguridad que afecta al conurbano bonaerense. A través de sus redes sociales, Milei describió la situación como un «baño de sangre» y acusó a Kicillof de implementar una «doctrina prodelincuentes».
En su mensaje, el mandatario nacional destacó las diferencias entre las políticas de seguridad del gobierno federal y las de la administración provincial. Propuso, además, una intervención federal en la provincia para aplicar una estrategia de «tolerancia cero» inspirada en las medidas adoptadas por el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, y el economista Gary Becker. Milei afirmó: «Si le interesa el bienestar de los bonaerenses, córrase del camino y déjenos intervenir la provincia».
La respuesta de Kicillof no se hizo esperar. El gobernador defendió la gestión de seguridad provincial y criticó la falta de apoyo financiero por parte del gobierno nacional, especialmente tras la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal, medida que, según él, ha afectado negativamente las finanzas de la provincia. Kicillof acusó a la administración de Milei de «abandonar a los bonaerenses» y señaló que algunos dirigentes políticos están utilizando la tragedia con fines electorales.
Este cruce de declaraciones se produce en el contexto del reciente asesinato de Kim Gómez, una menor de edad que fue víctima de un violento robo en La Plata. El incidente ha generado una profunda conmoción social y ha intensificado el debate sobre la seguridad en la provincia. Familiares y amigos de la víctima han convocado a una nueva marcha para exigir justicia, prevista para este viernes en el Fuero Penal de La Plata.
La situación de inseguridad en Buenos Aires ha sido objeto de creciente preocupación en los últimos meses. Incidentes como las múltiples fugas de presos en 2024 han evidenciado problemas estructurales en el sistema penitenciario y han desencadenado crisis políticas dentro de las filas oficialistas.
Mientras la tensión entre las administraciones nacional y provincial aumenta, la ciudadanía bonaerense continúa demandando soluciones efectivas para garantizar su seguridad y bienestar.