El ministro de Economía, Luis Caputo, junto a su equipo técnico, emprenderá un viaje a Washington D.C. para mantener una reunión clave con Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Estados Unidos. Esta misión se produce en un momento de alta sensibilidad en el plano financiero argentino, buscando consolidar el respaldo político y económico de la administración estadounidense para el programa de estabilización y, fundamentalmente, avanzar en la concreción de ayuda financiera vital, como un posible swap de divisas.
La expectativa en torno a este encuentro es máxima, dada la reiterada manifestación de Bessent en redes sociales sobre un «trabajo conjunto» con las autoridades argentinas y una «llamada muy positiva» previa. El objetivo principal del viaje es cristalizar el apoyo en instrumentos financieros tangibles que puedan fortalecer las reservas del Banco Central y brindar una señal de confianza y previsibilidad a los mercados. Este respaldo se considera esencial para contrarrestar la inestabilidad cambiaria y la presión inflacionaria que persisten en la economía local.
El contexto de la visita está marcado por las recientes turbulencias políticas y económicas en Argentina, incluyendo los debates en torno a la crisis de reputación de figuras clave del oficialismo y los recientes reveses legislativos en el Congreso. La Casa Rosada ve en el apoyo de Washington una pieza fundamental para blindar la estrategia económica, centrada en el equilibrio fiscal y la desregulación, elementos que han encontrado eco favorable en la administración estadounidense.
Fuentes del Ministerio de Economía indicaron que en la agenda también se abordarán temas de cooperación bilateral en materia de inversiones y la coordinación de políticas económicas regionales. La presencia de la cúpula económica en Washington busca demostrar compromiso y seriedad ante los organismos internacionales y los inversores, reforzando la narrativa de un cambio de rumbo estructural en el país.
El timing del viaje, en medio de la crisis política electoral y la necesidad de financiamiento, subraya la urgencia del Gobierno por obtener resultados concretos antes de las elecciones. El mercado local observará de cerca los anuncios que surjan de este encuentro, buscando señales que definan el rumbo del dólar y la política monetaria en el corto plazo. Un acuerdo sólido con el Tesoro de EEUU podría ser el oxígeno político y económico que necesita la gestión de Milei.
De concretarse un acuerdo significativo, el impacto iría más allá de lo económico. Representaría una victoria simbólica para el Ejecutivo en su política exterior de alineamiento con Estados Unidos, y un factor de estabilización crucial para las variables macroeconómicas. La capacidad de Caputo para sellar un compromiso firme con Bessent definirá gran parte de la tranquilidad financiera que pueda experimentar el país en los próximos meses.