Las cajas negras del fatídico vuelo 171 de Air India, un Boeing 787 Dreamliner que se estrelló en Ahmedabad causando 260 víctimas mortales, han revelado las últimas y enigmáticas palabras del capitán Sumeet Sabharwal a su copiloto, Clive Kunder, instantes antes de la tragedia. La frase «El avión está en tus manos», pronunciada justo antes del despegue, precede a un perturbador intercambio que ha puesto en el centro de la investigación la actuación de la tripulación en los decisivos 30 segundos que transcurrieron hasta el impacto, sin fallas mecánicas aparentes que lo justifiquen.
Las grabaciones de cabina, cuyo contenido ha trascendido a través de fuentes familiarizadas con la investigación, muestran que el primer oficial Clive Kunder confrontó al capitán Sabharwal con una pregunta directa y repetida: “¿Por qué apagaste los motores?”. La respuesta del capitán, aunque grabada por otro micrófono, fue una vaga negativa: “No lo hice”. Este diálogo crucial ocurrió mientras la aeronave, que había despegado a las 13:38:39, perdía potencia de forma irreversible y se precipitaba hacia un campus médico, un suceso calificado como el accidente aéreo más mortal de la década.
El informe preliminar de la Oficina de Investigación de Accidentes de Aeronaves de India (AAIB) confirmó que los interruptores de combustible cambiaron de la posición «funcionamiento» a «corte» justo después del despegue. Si bien el informe no especifica quién accionó los interruptores, la secuencia de la conversación sugiere una acción deliberada. Pilotos estadounidenses consultados por The Wall Street Journal, familiarizados con el reporte de la AAIB, apuntan a que el capitán Sabharwal, como «piloto monitor», habría tenido las manos libres para manipular los controles, a diferencia del copiloto Kunder, quien estaría activamente volando y manejando el Dreamliner. Cabe destacar que estos interruptores tienen un «seguro» que requiere levantarlos antes de moverlos, descartando un apagado accidental.
El desarrollo técnico del accidente es crítico: apenas el avión se elevó del suelo, una turbina de aire ram (RAT) se desplegó, indicando una pérdida de potencia de los motores. El Boeing 787 alcanzó una altura de 198 metros (650 pies) antes de iniciar un descenso imparable. Aunque los interruptores de combustible fueron devueltos a la posición «funcionamiento» y el avión intentó reiniciar los motores, la aeronave no logró recuperar el empuje a tiempo. Las últimas comunicaciones desde la cabina fueron el urgente «MAYDAY MAYDAY MAYDAY», mientras el avión rozaba árboles y una chimenea antes de impactar un edificio, cobrando vidas tanto a bordo como en tierra.
La investigación en curso también ha puesto el foco en los antecedentes de los pilotos. El capitán Mohan Ranganathan, experto en seguridad aérea de la India, ha señalado que uno de los pilotos (implícitamente Sabharwal) había sufrido problemas de salud mental y había tomado licencia médica en los últimos años, además de una licencia por duelo tras el fallecimiento de su madre. Aunque Air India afirmó que había sido «médicamente autorizado» para volar, estos detalles se suman a la complejidad del caso. Terry Tozer, un experto en aviación y expiloto, calificó la secuencia de apagado de motores segundos después del despegue como «absolutamente extraña».
Las autoridades indias, lideradas por el ministro de Aviación Civil, Kinjarapu Ram Mohan Naidu, han instado a la cautela, pidiendo no «saltar a conclusiones» hasta la publicación del informe final, que se espera dentro de un año. Air India, por su parte, ha reafirmado su cooperación total con la investigación y su CEO, Campbell Wilson, ha insistido en que el informe preliminar no encontró fallas mecánicas o de mantenimiento. Mientras tanto, se han ordenado verificaciones más exhaustivas en toda la flota de 33 Boeing 787 Dreamliner de Air India, en un esfuerzo por prevenir futuros incidentes y, sobre todo, arrojar luz sobre las causas exactas de esta devastadora tragedia aérea.