El pasado viernes 21 de marzo, los usuarios del transporte público en Buenos Aires enfrentaron dificultades debido a un paro sorpresivo que afectó a seis líneas de colectivos. La medida fue tomada tras una agresión sufrida por un chofer de la línea 218 la noche anterior en el barrio San Javier, Virrey del Pino.
Las líneas involucradas en el paro fueron la 218, 284, 325, 378, 622 y 628, todas operadas por la empresa Almafuerte. Estos servicios conectan la Ciudad de Buenos Aires con el Gran Buenos Aires, siendo esenciales para numerosos pasajeros que se trasladan diariamente por motivos laborales o educativos.
La agresión al conductor de la línea 218, quien fue apuñalado en el rostro mientras cumplía su turno, motivó la medida de fuerza. Los trabajadores exigieron mayores medidas de seguridad para desempeñar sus labores, lo que llevó a la adhesión al paro por parte de sus colegas de las otras líneas mencionadas.
El paro, iniciado en la madrugada del viernes, se extendió por tiempo indeterminado. Se recomendó a los pasajeros buscar alternativas de transporte y mantenerse informados a través de los canales oficiales de la empresa y las autoridades de transporte.
Este incidente se suma a una serie de conflictos en el transporte público de la provincia. A mediados de febrero, la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires anunció la suspensión de servicios durante un domingo y la reducción de frecuencias desde el lunes siguiente, debido a la falta de pagos por parte del gobierno provincial.
La seguridad de los trabajadores del transporte y la regularidad del servicio son temas de preocupación constante. Es fundamental que las autoridades y las empresas trabajen conjuntamente para garantizar condiciones laborales seguras y un servicio eficiente para los usuarios.