La ministra de Seguridad y candidata a senadora por La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires, Patricia Bullrich, sostuvo que el Gobierno debe priorizar el debate sobre el proyecto económico con argumentos serios y no recurrir a agravios. La dirigente destacó este enfoque en una entrevista con Infobae en Vivo, en el marco del conflicto político generado por los vetos presidenciales a la ley de Financiamiento Universitario y la Emergencia Pediátrica.
Bullrich criticó el discurso oficial que, tras la derrota en las elecciones bonaerenses, según ella, prioriza los ataques personales sobre la claridad de las propuestas. “Creo que nos tapamos mucho con los malos modales, nos tapamos mucho cuando lo que había que resaltar eran las ideas”, sostuvo, y apuntó a que el Gobierno, y no solamente el presidente, “tiene que defender a rajatablas el proyecto económico, el proyecto de orden… con ideas y no con insultos”.
En ese sentido, la ministra aseguró que la discusión parlamentaria debe centrarse en reformas estructurales —laborales, fiscales, impositivas— y no en iniciativas que, a su juicio, serían “proyectos demagógicos”. Para Bullrich, el respaldo presupuestario es clave: todo aquello que no cuente con financiamiento sólido conduce inevitablemente a déficits, inflación y deterioro económico.
Bullrich también se refirió a las movilizaciones previstas en torno al Congreso, en defensa de hospitales y universidades públicas. Advirtió que su rol incluirá custodiar instituciones como el Congreso y la Plaza de Mayo: “Si la protesta es masiva y pacífica, fluye; si pasa a la violencia, hay que actuar”. Subrayó que hasta ahora, los convocantes plantean una jornada tranquila, pero dejó en claro que el Estado intervendrá si la situación lo requiere.
Respecto del trasfondo político, Bullrich interpretó que el kirchnerismo intenta capitalizar protestas y convertirlas en hegemonía discursiva. En sus palabras, la oposición parlamentaria llevaría adelante proyectos que buscan aumentar el gasto sin tener en cuenta la situación fiscal del país ni ofrecer una hoja de ruta clara. Para ella, la gobernabilidad depende de que se eviten medidas populistas y que la agenda se fundamente en responsabilidad económica.
El discurso de Bullrich proyecta una estrategia clara de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre: diferenciarse por la sensatez técnica, la disciplina fiscal y la moderación verbal. Si ese encuadre logra resonar entre los votantes, podría contribuir a moderar la polarización en torno a los debates públicos. En caso contrario, podría reforzar las críticas que apuntan al oficialismo por confrontacional y poco constructivo.