Tras su reciente eliminación del Mundial de Clubes, Boca Juniors inicia un proceso de profunda reestructuración de su plantel. Con la participación internacional concluida y el foco puesto exclusivamente en las competiciones domésticas –el Torneo Clausura y la Copa Argentina–, la dirigencia y el cuerpo técnico xeneize han puesto en marcha un plan para reducir la nómina en las próximas semanas, independientemente de posibles futuras incorporaciones. Esta decisión busca optimizar los recursos y ajustar el equipo a las nuevas prioridades deportivas.
La salida de jugadores clave se vislumbra como una realidad en el corto plazo. Sergio Romero, arquero de trayectoria internacional y parte de la delegación en el Mundial de Clubes, no tendría asegurado un rol protagónico en lo que resta del año, y su partida antes de la finalización de su contrato en diciembre es una posibilidad latente si surge una oferta económica conveniente. Su situación refleja la necesidad del club de aligerar la carga salarial y dar espacio a nuevos proyectos, un movimiento común tras decepciones en torneos importantes.
Otro nombre de peso en la lista de probables bajas es el de Marcos Rojo. El experimentado defensor central, cuyo contrato también expira en diciembre, habría cumplido su ciclo en el club. Se especula con que Rojo ha perdido la confianza de la directiva y del cuerpo técnico, lo que podría llevarlo a solicitar una rescisión anticipada de su vínculo. Esta situación subraya la renovación que busca el club en su línea defensiva, buscando perfiles que se adapten mejor a las exigencias tácticas del actual cuerpo técnico.
En la misma línea de desvinculaciones, Frank Fabra, cuyo contrato finaliza este año, es otro de los futbolistas que podría abandonar la institución. Aunque el lateral izquierdo ha expresado su deseo de jugar únicamente en Boca dentro del fútbol argentino, el interés de clubes colombianos y de Newell’s Old Boys sugiere un posible cambio de aires. Por su parte, Cristian Lema y Esteban Rolón ya han sido notificados por el entrenador Russo de que no entran en sus planes, lo que acelera sus respectivas salidas. Lema, quien ya entrena de forma diferenciada, despierta interés en Belgrano de Córdoba y Peñarol de Montevideo, mientras que Rolón buscará su destino al concluir su préstamo.
El club también contempla la venta de activos importantes para generar ingresos significativos. Kevin Zenón, una de las figuras emergentes del equipo, es el principal candidato a ser transferido, con Boca esperando una oferta superior a los 10 millones de dólares, proveniente de ligas europeas como la alemana o la portuguesa. Similar situación se presenta con Exequiel Zeballos, quien recibió una oferta millonaria desde Arabia Saudita que fue considerada insuficiente, pero se espera una nueva propuesta que se acerque a su cláusula de rescisión de 15 millones de dólares, evidenciando el valor de estos jóvenes talentos en el mercado internacional.
La reconfiguración del plantel de Boca Juniors no solo implica la salida de estas figuras, sino también la negociación de otros jugadores como Javier García (aunque podría quedarse), Ignacio Miramón (cuyo préstamo no sería renovado), Juan Barinaga (con interés de otros clubes para un préstamo), Agustín Martegani y Lucas Janson (posibles cesiones). Este exhaustivo movimiento en el mercado de pases busca dotar al equipo de una mayor competitividad y flexibilidad táctica para afrontar los desafíos locales, con la mira puesta en un nuevo ciclo deportivo que permita al club volver a ser protagonista en el ámbito nacional.