River Plate cede ante Palmeiras en un partido épico y se despide de la Copa Libertadores.
River Plate ha visto truncado su sueño continental en el Allianz Parque, tras caer 3 a 1 ante un implacable Palmeiras en los cuartos de final de la Copa Libertadores. El equipo de Núñez, que llegó a Brasil con la convicción de revertir la serie, mostró un espíritu combativo, pero las circunstancias del partido y la efectividad del rival terminaron inclinando la balanza en su contra, sellando su eliminación del torneo.
El encuentro, que prometía ser una contienda de alto voltaje, comenzó con un River decidido a imponer su ritmo. El equipo argentino, consciente de la urgencia del marcador global, logró adelantarse con un gol de Maximiliano Salas en los primeros minutos, lo que desató la esperanza entre los aficionados millonarios y sembró nerviosismo en las filas del «Verdão». Esta ventaja inicial reflejó una estrategia audaz que buscaba desarticular la solidez defensiva del equipo brasileño.
No obstante, el segundo tiempo presentó un panorama completamente diferente. Palmeiras, ajustando su planteamiento, logró empatar a través de Vitor Roque. Este gol no solo niveló el marcador del partido, sino que también representó un golpe psicológico para River, que se vio forzado a redoblar esfuerzos ofensivos. El partido se convirtió en un ida y vuelta constante, con ambos equipos buscando el gol que les diera la ventaja definitiva.
La expulsión de Marcos Acuña, por doble tarjeta amarilla, a pocos minutos del final del partido, fue un punto de inflexión decisivo. River Plate, con diez jugadores, vio mermadas sus opciones de ataque y se volvió más vulnerable en la defensa. Este suceso cambió drásticamente el rumbo de los últimos instantes, obligando a River a reorganizar su estrategia en un momento crítico del encuentro.
En los minutos finales, la figura de José Manuel López emergió para Palmeiras, sentenciando el partido con dos goles en tiempo de descuento. La inmediatez de los tantos de López reflejó la impotencia de un River que, pese a su incansable lucha, no pudo contener el asalto final del equipo local. La derrota dejó una sensación agridulce en la plantilla y la afición, conscientes de que lucharon hasta el último aliento, pero que no fue suficiente.
La eliminación de River Plate marca el fin de su camino en esta edición de la Copa Libertadores. A pesar del dolor de la derrota, el equipo ha demostrado que tiene el potencial para competir a un alto nivel en el ámbito internacional. Ahora, la mirada se posa en los desafíos futuros, donde deberán capitalizar las lecciones aprendidas de esta campaña continental para volver con más fuerza en la próxima temporada.