Las elecciones municipales en Santa Fe arrojaron un balance mixto que consolida el poder del oficialismo provincial, liderado por el gobernador Maximiliano Pullaro, quien vio a sus candidatos imponerse en más del 70% de las localidades. Sin embargo, el peronismo logró una victoria significativa en Rosario con el triunfo de Juan Monteverde, rompiendo la polarización esperada y reanimando las esperanzas de un espacio que venía de sucesivas derrotas.
El frente Unidos para Cambiar Santa Fe, del gobernador Pullaro, celebró haber ganado en casi 270 de las 365 localidades de la provincia, incluyendo la capital. Este resultado, que abarcó 15 de los 19 municipios donde se eligieron intendentes, es un espaldarazo a la gestión provincial y un reflejo del trabajo territorial desplegado desde el inicio de la administración, lo que generó un clima de euforia en la conferencia de prensa oficialista.
La atención principal, no obstante, se centró en Rosario, donde se produjo un virtual triple empate que desafió la lógica de polarización. El frente Más para Santa Fe, de Juan Monteverde, se impuso con un ajustado 30,6% de los votos, superando al periodista libertario Juan Pedro Aleart (29%) y a la oficialista Carolina Labayrou (25,7%). Esta victoria, que pone a Monteverde en carrera para la intendencia, fue celebrada incluso por Cristina Kirchner, quien se comunicó con el candidato.

El triunfo de Monteverde en Rosario representa un oxígeno vital para el peronismo santafesino, que arrastraba una serie de resultados adversos. El candidato afirmó que “el pueblo de Rosario le ganó al presidente, al gobernador y al intendente”, interpretando el resultado como una expresión de malestar social y la aparición de una fuerza que “enfrenta con unidad y cooperación la violencia y la mentira”, enviando un mensaje de cambio para la ciudad.
A pesar de la alegría peronista en Rosario, el oficialismo de Pullaro también obtuvo victorias importantes en otras ciudades de la provincia, como Santa Fe capital, donde María del Carmen Luengo ganó con el 32,7%. Sin embargo, en Rafaela y Villa Gobernador Gálvez, tercera y cuarta ciudad de la provincia respectivamente, el peronismo también logró imponerse, mostrando una distribución de fuerzas que complejiza el mapa político santafesino.
Un dato transversal a toda la provincia fue el alto ausentismo, que rondó el 50%, un fenómeno que interpela a todas las fuerzas políticas. El gobernador Pullaro hizo hincapié en la necesidad de reflexionar sobre la baja participación ciudadana en 42 años de democracia, reconociendo que este hecho debe ser un llamado de atención para quienes representan a los diferentes partidos en Santa Fe y en Argentina.