La inflación en la Ciudad de Buenos Aires se ubicó en el 2,1% durante junio, marcando una frente aceleración respecto al 1,6% de mayo, según datos del Instituto de Estadísticas y Censos porteño. El dato enciende luces rojas en la antesala del IPC nacional que el Indec difundirá el próximo lunes.
La suba estuvo traccionada principalmente por servicios financieros que se disparó una 3,5%, vivienda 3,1% y transporte 3,1%. En tanto, los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron 1,6% por debajo del promedio general, aunque manteniendo un nivel alto de incremento.
La principal diferencia entre la canasta del IPC de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y la del IPC nacional radica en la ponderación de los bienes y servicios que se utiliza para calcular la inflación. La canasta del IPC de CABA le da más peso a los servicios, como transporte, comunicaciones y tarifas de servicios públicos, que a los bienes; mientras que la canasta del IPC nacional pondera más los bienes, especialmente los alimentos. Un sesgo que la CGT ya denunció como manipulación, ante el enorme peso de los servicios en la canasta básica de los argentinos, luego que Milei autorizara aumentos siderales.