Sebastián Villa, hoy en Independiente Rivadavia de Mendoza, vuelve a verse las caras con Boca a un año de su conflictiva salida del club de La Ribera. El colombiano, que era figura del Xeneize, había sido condenado por violencia de género cuando la institución lo apartó del primer equipo.
El colombiano se saludó con todos los jugadores, especialmente con aquellos con los que compartió plantel, pero dentro de la cancha mostró que tenía hambre de revancha.
A los 14 minutos, el local tuvo un penal producto de una insólita infracción de Nicolás Figal, que quiso despejar la pelota pero le erró y dio con su botín contra el de un rival. Facundo Tello, árbitro en Mendoza, no dudó.