El Gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, ha anunciado el plan «Tormenta de Dólares» con el objetivo de reducir la cotización del dólar a $1.000. Esta estrategia busca estabilizar la economía y fortalecer la moneda nacional.
La iniciativa se enmarca en un contexto de liberalización del mercado cambiario, donde el peso argentino ha comenzado a apreciarse tras la eliminación de restricciones cambiarias. El Banco Central ha recibido un respaldo significativo con un préstamo de $20 mil millones del FMI, elevando las reservas a $36.8 mil millones .
El plan contempla una mayor intervención en el mercado de cambios y la implementación de políticas fiscales y monetarias que incentiven la inversión en pesos. Además, se espera que la liquidación de exportaciones agrícolas contribuya a la oferta de divisas.
Analistas económicos señalan que la apreciación del peso podría generar oportunidades para estrategias financieras como el «carry trade», donde los inversores aprovechan las altas tasas de interés en moneda local.
Sin embargo, también advierten sobre los riesgos de una apreciación excesiva que podría afectar la competitividad de las exportaciones y generar desequilibrios en la balanza comercial.
El éxito del plan dependerá de la coordinación entre las políticas monetarias y fiscales, así como de la confianza de los inversores en la estabilidad económica del país.